Son pequeñísimas, muy molestas y se convierten en plaga en la cocina. Y, la mayoría de las veces, la limpieza convencional no acaba con ellas. Es por eso que las moscas de la fruta se vuelven una auténtica pesadilla veraniega.
La mosca de la fruta, pesadilla veraniega.
Atraidas por frutas y vegetales demasiado maduros, ponen huevos en diferentes superficies y se diseminan rápidamente. Y aunque puedan parecer difíciles de combatir, hay varias medidas que pueden tomarse al respecto.
Combatiendo a la plaga
Es por eso que el primer paso a tomar es deshacerse de toda la fruta y verdura que está a la vista en la cocina. Si está demasiado madura debe tirarse a la basura y, si aún puede consumirse, hay que conservarla en la heladera.
La fruta madura atrae a las moscas.
La fruta no debe quedar tampoco en el tacho de residuos: conviene sacarla directamente a la calle para evitar que se contamine.
Los medios húmedos y dulces son ideales para la diseminación de la mosca. Es por eso que las botellas de gaseosas, cerveza o vino también deben eliminarse. Además, hay que lavar a fondo el contenedor de basura para eliminar residuos azucarados.
Las moscas pueden anidar en esponjas.
Los trapos de limpieza y las esponjas suelen también ser utilizados por estos insectos para poner sus huevos. Si hay una plaga, hay que reemplazarlos.
La vajilla usada debe ser lavada al instante para evitar que los residuos de comida atraigan a las moscas, vigilando que no queden restos en el desagüe de la bacha.
Los residuos orgánicos no deben dejarse demasiado tiempo en el tacho.
Es ideal, además, buscar en la cocina los sitios donde los insectos ponen sus huevos y limpiarlos con alcohol.
Para atraparlas y disminuir su población, también puede montarse una trampa casera poniendo vinagre de manzana en un plato playo para atraer y cazar a las moscas.