Los desarrolladores argentinos apuestan a ofrecer sus emprendimientos en pesos, yendo a contra corriente de las normas generales del real estate local, que históricamente se movió en dólares. De este modo, y aunque la moneda norteamericana ya sea nuevamente moneda corriente en el sector, parte de él se pesificó.
La pesificación del mercado inmobiliario fue una aspiración a la que el gobierno kichnerista apostó cuando estableció el cepo cambiario que restringió la compra de divisas extranjeras. Lejos de instaurarse, el real estate local cayó en picada y las operaciones de compra venta de inmuebles se paralizaron. El motivo no fue otro que la desconfiaza en el peso como herramienta de inversión y cambio.
Sin embargo, fueron los desarrolladores quienes comenzaron a ofrecer la posibilidad de que aquellos que ahorraban en pesos pudieran invertir en emprendimientos, desde pozo, financiados en esa moneda y con planes flexibles. De esa manera, algunos empresarios lograron sortear la crisis del sector.
Ventas desde el pozo y cuotas en pesos, el atractivo para los pequeños inversores.
Hoy, y aunque no existen restricciones para la compra de dólares, los emprendedores inmobiliarios encontraron viable seguir comercializando sus productos en la moneda local, siendo estos productos de los más buscados por los inversores que quieren resguardar su capital en un bien durable, como lo son los inmuebles que a la vez nunca pierden su valor.
Por otro lado la locación volvió a ser una de las variables más requeridas por los desarrolladores. Las zonas consolidadas para el mercado residencial, administrativo y comercial mantienen un valor por m2 muy atractivo. Esta alternativa de negocios es la que va cobrando impulso en el alicaido mercado de real estate, lo cual lleva algo de optimismo al sector.
“Con respecto de los nuevos emprendimientos a construir, las ventas fueron sostenidas, volcando los inversores sus pesos en proyectos que serán entregados en 2 ó 3 años, que le permiten en cuotas llegar a la compra de una o varias unidades", cuenta Guido Wainstein, Director de Grupo KWZ.
Según indican fuentes del sector, actualmente se están lanzando variados emprendimientos que ofrecen la posibilidad de pagar en pesos bajo el régimen de cuota fija. Este fenómeno se consolidó de la mano de un mayor abanico de opciones y desarrolladores que adaptaron sus propuestas en moneda local para captar más clientes. De ahí que es común ubicar diferentes alternativas de inversión a pagar en 30 o 60 cuotas.
Algunos emprendimientos ofrecen hasta 60 cuotas en pesos, ajustables al índice CAC.
Ernesto Brodschi, socio del Estudio Contable Brodschi & Asociados, encargados de la administración de inmuebles explica que “inicialmente ofrecemos unidades con un anticipo del 30 % y el saldo a pagar en cuotas en pesos ajustados por índice CAC”. Es así que aunque las cuotas que se establecen a pagar, se realicen en pesos, el ajuste se realiza a través del índice que establece la Cámara Argentina de la Construcción (se elabora a partir del costo de la mano de obra, de los materiales, y según el tipo de construcción de la que se trata).
Es por ello que pese a las incertidumbres que aún plantea el mercado inmobiliario, habrá una mejora en la demanda de operaciones postergadas y un retorno del inversor al mercado. Si de pesos se trata, aquellos que cuenten con ahorros en esta moneda podrán llegar a preservar su valor a través de la vuelta a la inversión en ladrillos.