08 Septiembre de 2021 10:37
Una de las cuestiones que se debate en todo el Mundo en la comunidad científica tiene que ver con la efectividad que tienen las vacunas contra el coronavirus (Covid-19) que se desarrollaron de emergencia durante el último año y medio. En ese sentido, en la semana hubo un panel que coordinó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en donde se pusieron sobre la mesa diferentes informes e investigaciones de todas partes del globo en donde la mirada estuvo puesta en la efectividad de tres vacunas principalmente.
Se trata de las de ARN de Pfizer y Moderna, y la del adenovirus de la Sputnik V. En ambos casos, los papers presentados arribaron a conclusiones similares. En cuanto a las primeras dos vacunas, una investigación publicada en The New England Journal of Medicine, una de las revistas de divulgación científica más prestigiosa del mundo, sostiene que como consecuencia de la variante Delta la eficacia de las vacunas bajó a un 65% del 93% que evidenciaban entre mayo hasta junio.
Llega la Pfizer, el terremoto en México y la respuesta de Granata al video: las 7 noticias del día
El estudio se realizó sobre 19.000 trabajadores de la salud y se da en el medio de la decisión del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, de presionar para un refuerzo del esquema de vacunación con una tercera dosis. Pero no todas son malas noticias debido a que de todos los casos que se analizaron solamente uno tuvo que ser hospitalizado; luego se supo que no estaba vacunado. Es decir, que aun ante la variante Delta las vacunas cumplen su rol principal que es evitar la muerte por el coronavirus, no así su contagio.
En concreto, Pfizer mostró una eficacia inicial del 95% que luego se redujo al 49% a los seis meses mientras que Moderna pasó de 94% a 65%. Este informe se complemento con una de la Clínica Mayo que remarcó que seis meses después de su primera aplicación, la eficacia de Moderna fue del 76% contra el 42% de Pfizer.
En cuanto a la Sputnik V, los informes presentados en el panel (uno de los cuales fue realizado por una investigadora argentina) se enfocaron en las variantes conocidas del Covid y no en la Delta ya que todavía no hay informes al respecto por parte del Instituto Gamaleya debido a que no han finalizado las conclusiones de los mismos. Sin embargo, en el mencionado documento se observa que la tasa de infecciones en el grupo de vacunados con dos dosis de Sputnik V fue de 7 sobre 602, el 1.2%), comparable con un grupo de trabajadores de la salud de Israel, que recibieron la vacuna de Pfizer y se infectaron 39 de 1497, el 2.6%.
Todo esto también sucede a la par de que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) ha iniciado una evaluación expedita a fin de determinar si es recomendable una dosis de refuerzo de la vacuna de Pfizer. En un comunicado emitido el lunes, la agencia reguladora de medicamentos de la Unión Europea indicó que está considerando si debe proporcionarse una tercera vacuna seis meses después que la población de 16 años en delante haya completado su esquema con dos dosis, “para recobrar la protección una vez que haya menguado”.
Los expertos de la EMA realizan una “evaluación acelerada” de los datos proporcionados por Pfizer y BioNTech, incluyendo los resultados de una prueba experimental en curso en que cerca de 300 adultos sanos recibieron un refuerzo aproximadamente seis meses después de su segunda dosis.
Alarma por el primer positivo en la delegación: la "burbuja" Ezeiza que resguardó al plantel
Pfizer de antemano ha presentado una petición a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para la autorización de una tercera dosis y el gobierno estadounidense señaló el mes pasado que las dosis de refuerzo probablemente estarían disponibles para finales de septiembre. Israel ya ha empezado a aplicar refuerzos y el plan se encuentra bajo consideración en otros países, entre ellos Francia y Alemania, para su población vulnerable.