Una fiscal salteña pidió este miércoles la captura internacional del ex obispo de Orán Gustavo Zanchetta, tras solicitar también que se dicte la rebeldía del religioso, muy cercano al Papa Francisco, por estar imputado por el delito de abuso sexual de dos ex seminaristas y no presentarse ante la Justicia.
María Soledad Filtrín, fiscal penal de Violencia de Género y Delitos contra la Integridad Sexual de la ciudad de Orán en Salta, requirió la captura internacional de Zanchetta luego de que el acusado no respondiera a los reiterados llamados telefónicos ni correos electrónicos de los números y direcciones aportadas voluntariamente en agosto pasado para ser notificado de cualquier acto procesal.
En junio, el juez salteño Claudio Parisi le permitió a Zanchetta ausentarse de Orán, con la desaprobación de la fiscal, bajo la condición de que debía regresar el 8 de agosto para ponerse a disposición de la justicia, lo que el religioso cumplió.
El permiso fue concedido por razones de índole laboral que había esgrimido el defensor oficial del obispo, quien previamente había presentado constancias de que residía en Santa Marta, en el Vaticano, y que allí trabajaba como asesor en la Santa Sede. En el mismo mes de agosto el juez le permitió ausentarse de nuevo por razones laborales y le pidió estar atento a cualquier requerimiento judicial, cosa que finalmente no hizo.
Zanchetta fue denunciado el 6 de febrero pasado por un joven que aseguró haber sufrido "episodios de contenido sexual", por parte de quien "ejercía las funciones de obispo de la Diócesis de Orán", a partir de 2017, en el edificio del Seminario Juan XXIII y un domicilio particular de Los Toldos.
Lee más. Efecto Darthés: piden la detención del ex de Andrea del Boca denunciado por abuso sexual de su hija
Después de esto, un segundo seminarista lo denunció también días más tarde, y lo hizo por hechos de significación sexual y conductas inapropiadas en la casa parroquial San Antonio, en el edificio del seminario Juan XXIII y la casa del obispo, desde 2016.A raíz del escándalo, Zanchetta renunció al Obispado el 31 de julio de 2017, a pedido del papa Francisco, quien en diciembre de ese año lo había designado como consejero en la Administración del Patrimonio de la Santa Sede Apostólica APSA, que administra más de 5.000 propiedades del Vaticano en el mundo.
Ante esta situación, el Papa reveló en una entrevista con la cadena mexicana Televisa en mayo que había recibido los resultados de una investigación preliminar a Zanchetta y ordenado que el caso pasara a juicio en un tribunal vaticano que maneja los casos de abusos sexuales.
Entonces Francisco dijo que le preguntó a Zanchetta sobre las primeras acusaciones en su contra relacionadas con imágenes de desnudos halladas en su teléfono móvil y que le dio al religioso el privilegio de la duda cuando afirmó que lo habían hackeado. Sin embargo, aclaró que luego de haber leído las conclusiones de la investigación preliminar, vio que era “necesario hacer un juicio” canónico, el cual ya está a cargo del arzobispo de Tucumán, Carlos Alberto Sánchez.
Lee más. Desciende el porcentaje de católicos en Argentina: aumentan los agnósticos y los evangélicos
En cuanto al debate ante la Justicia, el pasado 12 de noviembre se confirmó el tribunal colegiado que llevará adelante el proceso, el cual estará integrado por los jueces de la Sala II del Tribunal de Juicio de Orán, María Laura Toledo Zamora, como presidenta; y los vocales Raúl Fernando López y Héctor Fabián Fayos.
La fiscal Filtrín requirió el juicio contra el religioso en julio pasado, y en su pedido de elevación incluyó los elementos probatorios recolectados durante la investigación y los resultados de las pericias psiquiátricas y psicológicas realizadas por profesionales del Cuerpo de Investigaciones Fiscales.
Entre otros aspectos, el informe psiquiátrico indica que el acusado "presenta personalidad con rasgos psicopáticos, con indicadores de manipulación, emociones superficiales y escasa capacidad empática; y no presenta psicosis ni otro trastorno mental que altere la relación con la realidad". Además, precisa que el acusado se vincula a través de interrelaciones dispares en las que ejerce poder sobre el otro.