Un video mostró un pajarito llamando desde el patio a su dueña para que la alimente y le de agua. El video comenzó a circular por las redes. Agustina, la autora del posteo, decidió contar la historia de Pipi, la calandria instagramer que cuenta con 30 mil seguidores.
Pipi, la calandria.
Hace 29 días, la joven caminaba por su barrio cuando vio que una nena dejaba un pequeño pichón abandonado, quizás persuadida de que no sobreviviría lejos de su nido. Ella vio la escena y no pudo dejar al pequeño, y aún desplumado 'amigue'.
En un proceso de experimentación y mucho amor, Agustina cuidó, alimentó y vio como con el correr de los días cómo el animalito iba ganando fuerzas y hasta generando una pequeña cola, lo que le brindaría el sostén necesario para poder volar.
Pipi, la calandria.
El pequeño ave saluda diariamente a su 'dueña'.
Los momentos de Pipi.
Agustina ejercitó a la calandria para que pueda volar y hasta registró su primer intento. Todas cosas que fue narrando y compartiendo en las redes. Pipi pudo de a poco llegar a lo alto del pino del patio de la casa y desde ahí planear. Desde allí se saludaban y había días en los que Pipi quería más mimos que los de costumbre y se quedaba junto a ella.
Pipi cuando era pichón.
Un día simplemente se lanzó y voló lejos, pero no olvida el lugar de su verdadero hogar. Siempre vuelve por un poco de comida y unos besos.
Agustina junto a Pipi.
En @pipilacalandria, su cuenta de Instagram, se relata su día a día con stories y son más de 30 mil las personas que siguen de cerca el crecimiento de un dulce pájaro que vive en libertad, como debe ser.