Es uno de los “compromisos” que asumió días atrás el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. El Ejecutivo de la Ciudad tiene el objetivo de reducir al máximo posible la frecuencia en el subterráneo. Para eso, elaboran un plan para 2017 que incluye obras bajo tierra, la instalación de nuevos sistemas de señalización para permitir que los trenes se acerquen al máximo posible y la incorporación de más coches en las líneas.
La idea es que la frecuencia sea de tres minutos en todas las líneas. Según cifras oficiales, el 2016 finalizó con una frecuencia que ronda ese número, pero en promedio. Así, la B circula cada 2:56 minutos, mientras que la H lo hace cada 6:31. La idea es bajar al mínimo posible el tiempo entre formaciones.
Obras en la estación Constitución, de la Línea C.
A pesar del fuerte incremento que sufrió el subterráneo el año pasado, cuando pasó de $4,50 a $7,50, la cantidad de pasajeros aumentó considerablemente. En 2016 circuló un total de 303.859.276 pasajeros, frente a los 274.066.392 que lo hicieron durante 2015. Estiman que 1,2 millones de usuarios utilizan el servicio a diario.
Pero la tarea no es para nada sencilla. Hoy, una demora de unos pocos segundos puede provocar que un pasajero espere varios minutos en el andén. Así, una diferencia de 40 segundos podría parecer menor, pero haría que el tiempo de espera supere los seis minutos, de acuerdo a un informe del Laboratorio de Políticas Públicas realizado en diciembre pasado.
El primero de marzo reabrirá la nueva estación Constitución de la línea C.
Según datos del Ministerio de Desarrollo Urbano a los que tuvo acceso BigBang, la frecuencia promedio es de tres minutos. Ahora, apuntan a reducirla a esa cifra en cada una de las líneas, siempre apuntando en principio a los horarios pico en los días hábiles. Las más alejadas son la E (6:01) y la H (6:31). Las A, B, C y D circulan con frecuencias que varían entre los 2:56 y los 3:08 minutos.
Por eso, y como una de las críticas que tiene el subterráneo es la frecuencia, el Ejecutivo porteño lleva a cabo una serie de obras para acortar los tiempos al máximo posible. Algunas comenzarán en los próximos meses y otras ya se encuentran por finalizar. Una de ellas es la que llevaron a cabo en la línea C, que durante enero y febrero tuvo un recorrido corto entre Retiro e Independencia.
La idea es que la frecuencia de todas las líneas se de tres minutos en la hora pico.
Allí, además de la creación del nuevo centro de trasbordo en Constitución con nuevos andenes, se instaló el sistema Communication Based Train Control (CBTC). Se trata de una modalidad utilizada en la mayoría de los metros modernos del mundo. Es un sistema de señalización que permite el “máximo acercamiento” entre formaciones “de forma segura”.
Según explicaron a BigBang, permite reducir el intervalo entre trenes al mínimo posible. Pero además, funciona de manera automatizada, lo que podría generar polémica, ya que la figura del motorman, si bien no se elimina, se reducirá al cierre de puertas. Los subtes porteños acelerarán y frenarán solos.
En la H ya funciona el sistema CBTC. Se monitorea la distancia y seguridad por computadora.
Este sistema que comenzará a funcionar en la línea C a partir del primero de marzo cuando recupere su recorrido habitual, ya se probó en la H, desde julio pasado. El próximo ramal en instalarlo será el D. Pero las obras de señalización también llegarán a la A y la B.
MÁS COCHES, MENOS TIEMPO EN EL ANDÉN
La idea es que los usuarios del subte permanezcan la menor cantidad de tiempo en los andenes, pero también que haya una mejora en los viajes. En las horas pico, hay líneas que se encuentran colapsadas y los usuarios deben dejar pasar varias formaciones hasta que finalmente pueden subir.
Para eso, la Ciudad incorporará más coches a la red subterránea. En la A se incorporarán 15 coches para conformar 3 formaciones nuevas. Ya fueron adquiridos y comenzarán a circular entre marzo y abril. En la H, se incorporarán 36 coches que sumarán seis formaciones. Antes, deberán finalizar obras de potencia que se llevan a cabo bajo tierra.
Incorporarán nuevos coches a la red de subterráneos para agilizar la frecuencia.
Ocurre que la red de subtes porteña es homogénea: hay coches antiguos, intermedios y los 0 KM. Los que circulan a menor velocidad provocan demoras. Por eso, se debe “compatibilizar” la red para que todos puedan circular al 100 por ciento. En el caso de la E, sumará coches reacondicionados.
Desde que Subterráneos de Buenos Aires SE (Sbase) se hizo cargo del subte se compraron cerca de 400 coches con aire acondicionado, de los cuales ya se incorporaron unos 200. Las líneas A y H son las únicas dos que tienen toda la flota 0 KM y con aire. La idea, ahora, es ir sumando coches al resto de las líneas, de manera paulatina.