17 Abril de 2020 08:49
La medida arrancará desde el lunes y originó durísimas críticas: casi medio millón de jubilados deberá tramitar desde el lunes un permiso de circulación obligatorio para moverse por la ciudad de Buenos Aires. El permiso tendrá vigencia por un día y sólo exceptuará a los adultos mayores que deban cobrar la jubilación, ir al médico o vacunarse.Para tramitarlo, habrá que llamar al 147. Los operadores entregarán un código que habilitará a salir a la calle. El gobierno porteño fundamentó su decisión -duramente cuestionada en las redes sociales- en el hecho de que ocho de cada diez fallecidos por el coronavirus son mayores de 65 años. La policía está habilitada para frenar a cualquier adulto mayor que observe y requerirle su permiso. Quienes no lo posean, no serán detenidos pero sí obligados a regresar a sus casas. Aunque no se prevén multas, si son frenados por la Policía y no tienen el permiso los obligarán a regresar a sus viviendas.
Quienes deseen salir, cuando indiquen su número de DNI recibirán un código, pero antes un sermón: el operador intentará explicarles que el coronavirus es muy peligroso para la gente de su edad y preguntarle si no tiene otra alternativa. Sólo podrán circular quienes ya estén exceptuados por los DNU del gobierno nacional. El gobierno de la Ciudad implementó un sistema de voluntariado para ayudar en sus trámites a los adultos mayores. En los edificios, los encargados ya se vienen ocupando de asistirlos en sus compras y trámites, a raíz de un acuerdo entre el gobierno y el sindicato que los nuclea, el SUTERH.
La medida ya originó durísimas críticas. El defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, opinó que la medida es "un exceso normativo, que en el mejor de los casos tendrá un efecto neutro", y consideró que "no servirá para nada y será una nueva incomodidada para el adulto mayor. “El adulto mayor no es un débil mental. Si se les explica los riesgos y beneficios de las medidas, es una mejor forma de lograr que las acaten”, señaló Semino en diálogo con La Red.