por Natalia Torres
30 Octubre de 2017 17:05La brutal detención de Mariana Gómez en Constitución, a principios de octubre, despertó la indignación de gran parte del público, no sólo por su aparente arbitrariedad sino también por la violencia con la que la Policía de la Ciudad trató a ambas jóvenes.
Mariana fue detenida violentamente en compañía de su esposa Rocío a principios de octubre.
Así, no es sorpresa que menos de un mes después el Ministerio de Seguridad de la Nación haya decidido oficializar un protocolo que los agentes de las fuerzas policiales deberán seguir al momento de detener personas del colectivo LGBT. Sus puntos principales son los siguientes:
La ejecución de la nueva disposición deberá ser realizada por personal femenino.
La privación de la libertad deberá realizarse de modo excepcional y sólo en cumplimiento de una orden precisa de las autoridades.
Si no existe orden judicial, sólo podrá privarse de la libertad a una persona cuando sea necesario para evitar la comisión de un delito, para impedir su continuación o en caso de fuga.
La detención deberá realizarse respetando los derechos personalísimos, la identidad de género y la dignidad de la persona, quedando prohibido infligir sufrimientos físicos o mentales graves.
La persona detenida será alojada en el lugar de detención según el género autopercibido. Si existe un riesgo potencial para su integridad o dignidad, la celda debe ser separada del resto de la población carcelaria.
Si la persona privada de su libertad necesita acceder a instalaciones diferenciadas por sexo en las dependencias de detención, deberá ser consultada sobre si desea hacer uso de las instalaciones femeninas o masculinas.
Puntos polémicos
Más allá de que admite que es positivo "que se avance con un protocolo en ese sentido para reforzar leyes ya existentes", María Rachid, legisladora de la ciudad de Buenos Aires y secretaria general de la Federación Argentina LGBT ofreció una visión crítica del protocolo.
La legisladora y militant LGBT María Rachid criticó varios puntos del protocolo.
"Es evidente que el texto no fue consultado con organizaciones sociales porque tiene graves problemas, no sólo en diversidad sexual en particular sino en derechos humanos en general", señaló en diálogo con BigBang.
"Por ejemplo, hay una parte que señala que no se pueden infligir 'sufirmientos graves'. Cabe preguntarse entonces qué pasa con sufrimientes 'leves' o 'moderados'", subrayó Rachid en relación a las arbitrarierades del texto.
Al mismo tiempo, cuestionó que sólo pueda actuar personal policial femenino en la detención de personas LGBT. "Es descabellado. En el contexto actual, que sólo puedan actuar mujeres bien podría ser violatorio de la intimidad de hombres trans o bisexuales", explica.
Pero, sobre todo, Rachid remarcó que es significativo que tenga que dictarse un protocolo sobre acciones que deberían ser casi de sentido común. "Si las fuerzas de seguridad cumplieran con las leyes vigentes, ésto no sería necesario", resumió.