por Gisela Nicosia
03 Mayo de 2016 06:15
Las versiones que circularon tras la tragedia en la Time Warp en Costa Salguero comienzan a confirmarse. Allí, entre las luces de colores y la música hipnótica, cinco jóvenes encontraron la muerte: Nicolás Francisco Becerra, de 25 años, Francisco Ernesto Bertotti, de 21, Martín Nazano, de 22, Andrés Valdéz, de 20 y Bruno Claudio Boni, de 20.
Las víctimas murieron tras sufrir convulsiones y altas temperaturas.
En las próximas horas, varios prefectos deberán declarar sobre la falta de controles en la fiesta, pero la Justicia, al igual que el Gobierno porteño, sigue ahora la pista de la "venganza narco". La confesión de un "dealer arrepentido" orientó la investigación y hasta agilizó la detención de otros tres revendedores de sustancias.
"La confesión de un 'dealer arrepentido' orientó el trabajo de la Justicia y hasta agilizó la detención de otros tres revendedores de sustancias
Si bien la causa está bajo secreto de sumario, BigBang pudo conocer que una fiscalía de Morón sumó información a la investigación, debido a que un integrante de una banda narco se mostró "arrepentido" en la participación de "la venganza".
Se trata de un dealer detenido por la venta de drogas en fiestas electrónicas en los distintos countries ubicados en el partido de Moreno. Es conocido en la zona oeste como el "fisiculturista", debido a su imagen trabajada en el gimnasio.
El revendedor es mayor de edad y, según pudo saber este sitio, confesó que conocía a los que vendieron pastillas de intencionada mala producción en la fiesta a la que asistieron más de 20 mil jóvenes. Tras sus dichos, se logró la detención de tres de ellos.
La pastilla "Superman" se vendía a precios muy bajos dentro de la fiesta.
SUPERMAN, LA DROGA
La pastilla más vendida en la noche fatídica de la Time Warp fue la "Superman", una variante del éxtasis.
Asimismo, este "arrepentido" confirmó que se trató de una venganza de bandas narco por "ajustes de cuentas pendientes. Las dosis de éxtasis de mala fabricación fueron introducidas a la fiesta para provocar las muertes y con ellos el fin de "los negocios" que manejaban otras bandas.
En otra nota, BigBang reveló otra de las versiones conspirativas que se analizan: para la Policía, las víctimas ingirieron una variante de éxtasis, entre otras sustancias, motivados por la fuerte presencia de drogas en el lugar.
Las botellas tiradas en el piso y la versión de que tendrían una sustancia tóxica.
Según la línea de investigación, una banda de reventa de estupefacientes tendría un conflicto territorial con otra: en cada fiesta lidera un revendedor y en una de ellas, quien no tendría derecho, habría tomado partido para aumentar sus ganancias.
En venganza, el otro bando habría repartido a vendedores sin experiencia pastillas de éxtasis de mala fabricación, para de esa manera producir el fin de su negocio. Incluso, se dice que le entregaron dosis a varios trapitos para que las vendan a bajo costo.
