Luego de varias idas y vueltas durante la cuarentena, y después de que 15 días atrás las autoridades de la Ciudad empezaran a mantener reuniones con la cámara que los nuclea a los locales nocturnos, se aprobó la normativa que habilita la reapertura de los boliches, aunque en una primera etapa sera sólo con oferta gastronómica.
La medida fue publicada hoy en el Boletín Oficial y será supervisada por la Agencia Gubernamental de Control (ACG) a cargo de Matías Lanusse.
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De este modo, los boliches podrán reabrir sus puertas a pesar de que muchos ya lo habían hecho incluso sin autorización, ya que se trata de locales que siempre tuvieron la habilitación para funcionar también como restaurantes y que se apegaron a dicho protocolo poniendo mesas y sillas en las veredas mientras de fondo sonaba música.
Desde la Industria del Entretenimiento Argentino (IDEAR) hacía meses que impulsaban la presentación de diversos protocolos que permitieran volver a la actividad. El que se aprobó ahora permitirá abrir con un 25 por ciento de capacidad bajo la modalidad gastronómica.
“Hoy los encuentros sociales existen. Es un gran error querer negarlos. Desde nuestra perspectiva, la única manera de combatir la clandestinidad y garantizar a los jóvenes que puedan divertirse pero con cuidados es con el paulatino regreso de la actividad. Si pudiéramos abrir nuestros locales, la tasa de fiestas clandestinas bajaría sustancialmente”, explicaron desde IDEAR.
Una de las cuestiones que recrudeció durante la pandemia del coronavirus fueron las fiestas clandestinas que, según denunciaron desde la cámara empresarial, fueron más de 3.000 desde marzo. En ese contexto, buscan que la Ciudad avance como hicieron otras ciudades, como Mar del Plata, en la reglamentación de fiestas al aire libre.
Por ahora el principal reparo que tienen las autoridades porteñas, entre ellos el ministro de Salud, Fernán Quirós, son las imágenes que llegaron desde Europa. Quirós y su círculo más íntimo de colaboradores están convencidos de que uno de los motivos detrás del rebrote en el Viejo Continente es la relajación que hubo en el verano dentro. Allí los boliches y fiestas al aire libre estuvieron permitidas durante varios meses, hasta que en las últimas semanas comenzaron los cierres en diversos países ante el aumento de los contagios.
La dinámica que proponen los empresarios es reabrir con burbujas sociales de no más de diez personas por mesa y con restricciones para la movilidad dentro de los boliches. “Nuestra idea es tener controles en el ingreso, tomar la temperatura a todos los que entran y tener mesas preparadas con cintas de seguridad alrededor para que la movilidad sea muy baja. Así los chicos podrían bailar entre ellos y con el distanciamiento necesario. Es una forma de adaptarse a la nueva normalidad de forma segura”, agregan.
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"Teniendo en cuenta la situación excepcional de pandemia, deviene necesario autorizar el funcionamiento de autoridades gastronómicas con carácter excepcional y transitorio hasta tanto se produzca el reinicio de la actividad de baile", señala la resolución de la AGC.