La inflación en la economía argentina pegó un nuevo salto luego de que, en la víspera de la asunción de Javier Milei, los precios de las listas que llegaron a los mayoristas y los supermercados aumentaran cerca del 40 por ciento. A esto se le suma el anuncio de Shell de incrementar un 15 el valor de sus combustibles. A su vez, advirtieron que si la carne se va a lo que cuesta en el mercado internacional, estaría 25 mil pesos.
Estas reacciones del mercado son sólo los primeros síntomas de lo que podría pasar en una eventual liberación total. Esto sucede a días de que un nuevo presidente con ideas liberales acceda a la Casa Rosada. Él mismo fue quien antes de que termine noviembre confesó que dejará libres la mayor cantidad de precios posibles y que cerraría la Secretaría de Comercio, el organismo que discute los precios con estos sectores.
Sólo en la última semana, los precios generales de los productos de consumo masivo que se venden en mayoristas y supermercados, tuvieron un alza del 40 por ciento. A esto se le suma un 50 más que hubo en la semana posterior en la que el presidente electo derrotó a Sergio Massa.
El incremento tiene su principal razón en la percepción que tienen estos sectores del salto que pegará el dólar oficial, el cual estiman que podría llegar a oscilar entre 630 y 650 pesos. Algo que casi duplicaría el actual valor de 385. Esto se sustenta en las declaraciones que brindó Guillermo Francos, quien desde el lunes será el nuevo ministro del Interior. El funcionario definió a esos números como "valores razonables".
Por otro lado la empresa Shell, operada por la petrolera Raizen, dictaminó una suba del precio de sus combustibles en todo el país de un 15 por ciento promedio. En la nafta súper fue de un 19, en la especial V-Power 14, el gasoil subió un 17 y el Euro un 13. Mientras que la inflación del sector ya en noviembre fue de un 25, este tiene todavía un atraso en sus valores, sin tener en cuenta la liberación de precios prevista.
Así lo afirmó el titular de la Cámara de Empresarios del Combustible, Raúl Castellano. "El sistema que usamos en las estaciones de servicio es comparar el precio con la inflación; haciendo ese cálculo, hay un atraso del 30, lo que sería 100 pesos más en los precios actuales", confirmó días atrás ante El Destape.
La libertad de mercado en acción, fuera de los videos de internet y los paneles televisivos, suele tener este tipo de efectos. Que los productos vayan hacía los valores internaciones, pueden desembocar en nuevos escenarios catastróficos en los cuales, por ejemplo, la carne saldría cinco veces más.
"Si dejan fluir el mercado y acoplar los precios internos a los internacionales, habrá solo cuatro o cinco millones de argentinos que podrán comer carne", reveló el ex presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA) Eduardo Buzzi. "Vamos a la carne de entre 20 y 25 mil pesos. Eso valdría si queremos compararnos con la demanda de los chinos a 15 dólares arriba en el mostrador", precisó.
"Los frigoríficos argentinos van a hacer el mejor negocio posible y el que pueda cargar los contenedores hacia China lo va a hacer. No podemos ir hacia esa distorsión y tampoco sabemos con qué dólar nos vamos a topar los argentinos", explicó el especialista agrario.
Lo cierto es que en las góndolas se empiezan a sentir los precios libertarios. Faltan sólo días para que Milei se siente en el sillón de Rivadavia, y el mercado le prepara la mejor bienvenida inflacionaria.