Desde la llegada de la pandemia a la Argentina, 374 trabajadores de la salud resultaron infectados con coronavirus, e incluso tres de ellos perdieron la vida en las provincias de La Rioja, Chaco y Río Negro.

La preocupante información fue confirmada en las últimas horas por la secretaria de Acceso a la Salud Carla Vizzotti, quien además aclaró que la cifra representa el 14% del total ( 2669) de infectados.

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De los 374 trabajadores de la salud que se enfermaron, el 33% tiene antecedentes de viaje al exterior y hay una investigación en curso para determinar cómo se produjeron los restantes contagios.

Según la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (Fesprosa), tras una campaña elaborada por ellos, el Ministerio de Salud de la Nación finalmente dio a conocer estos números oficiales, lo que demuestra que la tasa del 14% supera a la -hasta ahora más alta del mundo- de España que se ubicaba en el 13%.

Ante esta situación, en un comunicado, el Consejo Ejecutivo Nacional de Fesprosa sostuvo que el seguimiento de la curva de infectados en el personal de salud es absolutamente indispensable, al mismo tiempo que es necesario que el Ministerio de Salud tome medidas para mejorar la situación

"Que Argentina tenga la tasa más alta del mundo de personal de salud infectado es alarmante y exige medidas urgentes de testeo masivo, provisión de elementos de protección personal y acciones coordinadas para la fiscalización sanitaria del sector privado, así como la incorporación de los trabajadores a los comités de crisis", alertaron.

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Además, Fesprosa solicitó una entrevista urgente a los ministros Ginés González García de Salud, y Matías Kulfas, de la Producción, para discutir con ellos el plan de provisión de elementos de protección personal.

En este sentido, María Fernanda Boriotti, presidenta de Fesprosa, explicó a BigBang que frente a la cantidad de casos de trabajadores de salud infectados con COVID-19, lo que desde la federación sostienen, es que la falta de equipos de protección personal es algo que ya no puede pasar.

"Desde el Gobierno tienen que hacer todos los esfuerzos necesarios para proveer estos equipos. El Ministerio de Salud tiene que tomar decisiones políticas fuertes y empezar a producir en la Argentina elementos como camisolines y barbijos", sostuvo Boriotti, quien aclaró que a pesar de que algunos insumos no se pueden fabricar en el país, hay otros que sí, y que pueden hacerse en cantidad y calidad.

Según ella, a este ritmo, cuando llegue el pico de la pandemia, va a haber muchos más médicos infectados y así no va a haber personal para atender a la población.

"Cuando se inicie la circulación, que todos los días tenemos una cantidad determinada sin estar en el momento alto de la demanda, 14% de infectados es gravísimo", denunció.

"Esto tiene que ver con que no se están cumpliendo correctamente los protocolos, los aislamientos, cuando hay un paciente o trabajador sospechoso. Hay que aislar a todos lo que hayan estado en contacto, y en este sentido, el testeo al personal de salud es fundamental. Si hay un casos sospechoso, lo que hay que hacer es testear inmediatamente, no esperar a que pasen días y tenga más fiebre. De esta manera, vamos a preservar a todo el equipo de trabajo y a los pacientes", explicó.

Sobre esto, indicó finalmente que el Ministerio de Salud debe tener un control muy fuerte para evitar que situaciones como estas sigan sucediendo en los centros médicos.