por Matias Ayrala
30 Abril de 2022 08:00
A comienzos de marzo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció que cerró el acuerdo con el gobierno de Alberto Fernández, por la deuda de 57 mil millones de dólares, que fue creada por el ex presidente Mauricio Macri en 2018 y terminó fugada en su totalidad. Tras ese pacto, Argentina pudo refinanciar los compromisos asumidos que presentaba vencimientos concentrados principalmente en los años 2022 y 2023.
Según el acuerdo firmado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, y la economista búlgara y la directora del FMI, Kristalina Georgieva, el período de repago de cada desembolso es de 10 años, con un margen de gracia de 4 años y medio, lo que implica que Argentina comenzará a pagar la deuda a partir de 2026 y hasta 2034.
Hace pocos días, Georgieva advirtió que la inflación es el principal desafío para la economía local. Pero también elevó las proyecciones de crecimiento para Argentina a 4% en 2022, un punto porcentual más de lo previsto en enero. En tanto, para 2023 estimó un crecimiento del 3%. Las proyecciones para la Argentina fueron superiores a las hechas hace apenas dos semanas por otros organismos como el Banco Mundial, que estimó que el país crecerá 3,6% durante el período en curso.
Por todo ello, el FMI estimó para Argentina que la cuenta corriente de los bienes y servicios serán superavitarios en U$S 500 millones, mientras que la tasa de desempleo rondará el 9,2% también para 2022. También informaron que Argentina se convertirá en el segundo país con mayor crecimiento de la región en 2022, detrás de Colombia, que se expandirá 5,8%.
Antes de la primera revisión trimestral del Fondo Monetario Internacional tras el refinancimiento de la deuda, que se realizará en mayo, el Centro RA de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) elaboró un índice con el fin de monitorear el nivel de cumplimiento según las metas establecidas.
Para realizar todo el análisis, el Centro RA tomó tanto los números del déficit primario, los ingresos en términos reales como la emisión monetaria y las reservas totales. Con esos parámetros y el desglose da cada uno obtuvieron un resultado sorprendente. Por ejemplo, sobre el Déficit Primario (meta nominal), la cifra pacta del acuerdo fue de 222.3000 millones de pesos. En este momento, el déficit primario es de 192.735 millones de pesos. Es decir, la meta fue alcanzada con un margen de 29.565 millones de pesos, un 13% por debajo del máximo que había sido propuesto.
En su informe, el centro de la Facultad de Económicas de la UBA explica: “Si bien el déficit creció respecto a un año atrás en términos reales, la dinámica de ingresos y gasto no estuvo muy desalineada (+9% y +12% real año a año, respectivamente)”. Y agrega: “No obstante, cabe resaltar que en este caso la meta es nominal, por lo que una mayor nominalidad de la economía (precios, tipo de cambio y salarios) ayudará a cumplir con la misma”.
El otro punto desglosado fue el de Ingresos en Términos Reales. Según reza el acuerdo con el FMI, la meta pactada es de 2.417.300 millones de pesos. Al día de hoy, el valor de los ingresos en términos reales trepó a2.565.590 millones de pesos. Por eso, el gobierno argentino alcanzó la meta con un margen de 148.290 millones de pesos, es decir, se ubicó un 6% por arriba del índice pactado.
¿Cómo argumentan los motivos de esa cifra? Desde el Centro RA detallaron: “Esta mejora se vio explicada por el dinamismo de una actividad que recuperó la operatividad perdida durante la pandemia, lo cual se ve reflejado en los ingresos fiscales”.
El tercer punto analizado fue la Emisión Monetaria. En marzo, la meta pactada fue de 236.800 millones de pesos. La emisión efectiva fue de 122.000 millones de pesos. Argentina alcanzó la meta con un margen muy amplio: 114.800 millones de pesos. Un 48% por debajo del máximo propuesto.
“Esto deriva del cese en la monetización del déficit del sector público y un cambio de modelo en el financiamiento del mismo, aumentando el financiamiento en el mercado de capitales interno”, detallaron en el informe del Centro RA. Y completaron: “Cabe destacar que, en el agregado, la actual administración debería alcanzar una tasa de rolleo del 130% para cerrar su programa financiero en pesos en 2022”.
Por último, también fueron analizadas las Reservas Netas. En ese sentido, la meta fue una acumulación de 1.200 millones de dólares durante el primer trimestre de 2022. Hasta ahora, Argentina pudo acumular 4.061 millones de dólares. La meta total finalizaría con un 238% por encima de la meta esperada, es decir, 2.861 millones de dólares. La explicación de esta cifra es simple: El FMI realizó diversos desembolsos tras el acuerdo.
Según el informe realizado por el Centro RA, el Índice de Cumplimiento al primer trimestre de 2022 es de 76,59%. Según el análisis realizado en la UBA, se llegó a esa cifra tras “medir la distancia respecto de un escenario base (compromisos asumidos), 0 equivale a un perfecto cumplimiento. Valores superiores a 0 implican un sobrecumplimiento y, análogamente, valores inferiores a 0 significan que no se alcanzó el escenario base y, por lo tanto, se incurrió en incumplimiento”.
En ese punto, hay un sobrecumplimiento por parte de Argentina para el período del primer trimestre. En cuanto al cumplimiento, el Gobierno Nacional logró cumplir con las metas en un 77% porque supera ampliamente las cifras prepactadas de las cuatro variables. Aunque, desde el Centro RA explicaron en su informe: “La meta de reservas se cumplió ampliamente gracias al desembolso neto por parte del FMI. Es esperable que el valor de este parámetro aminore con el pasar del tiempo, supeditado a pagos de deuda y futuros de desembolsos”.
La gran preocupación en el Gobierno Nacional y en el FMI es la meta anual de inflación. Si bien en el acuerdo por la refinanciación de la deuda, se pactó que rondaría entre el 38 y 48% para 2022, los números ya no serían esos. De hecho, sólo en el primer trimestre del año, la inflación llegó a 16,1%. Por ese motivo, hace pocas semanas, el FMI adelantó que esa meta de inflación será revisada.
El otro punto en el que estará puesta toda la atención será en el de la reducción del gasto de subsidios a la energía, que en el acuerdo se fija en torno de 0,6% del PBI. . En base a datos del presupuesto estima que en el primer trimestre los subsidios avanzan a un ritmo de 186%. Si se considera la inflación acumulada esto implica un aumento real de 88%. Distintos informes indican que los subsidios crecerán 0,8% del PBI, superando el porcentaje al que aspira el FMI.
