Tenía destino épico. “La torre más alta de Latinoamérica” iba a medir 335 metros distribuidos en 67 pisos, un hotel, departamentos, estudios de TV y museos en una superficie de 216.000 m2.
También un estadio para 15.000 personas, parques y restaurantes. La presentación fue tan grandilocuente como el proyecto: “Para que todos ustedes tengan una idea, tal vez muchos no lo conozcan, esto tiene la magnitud del Central Park de Nueva York", dijo la Presidenta, quien se comparó con un “arquitecto egipcio”.
Pero la Isla Demarchi hoy, 3 años después del anuncio y 375 días después de la presunta puesta en marcha del proyecto, luce diferente a lo planeado. De aquellos sueños faraónicos, ni noticia. Ni la torre de 67 pisos con los colores celeste y blanco, ni el movimiento artístico-comercial-cultural. Por el contrario, el paisaje continúa siendo fabril y portuario.
El paisaje en la Isla Demarchi es diferente al anunciado en aquellos sueños de grandeza egipcia.
En la Isla Demarchi estaba prevista una división en cuatro sectores: uno industrial, uno educativo, uno institucional y uno privado. Allí se construiría también el Polo Audiovisual, que abarcaría el 75% del total de la superficie. Estudios de cine y televisión, archivos, depósitos de maquinarias y escenografías, utilería y vestuario; el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), las señales públicas y la Televisión Digital Abierta; un estadio con capacidad para 15.000 espectadores.
El proyecto sería realizado por el estudio del arquitecto Mario Roberto Álvarez y la empresa Riva S.A con una inversión que debiera superar los $ 2.500 millones.
En la Isla Demarchi se construirían el Polo Audiovisual, un hotel, un estadio para 15.000 personas.
La Isla Demarchi es una enorme área delimitada por la Avenida Dellepiane, la Reserva Ecológica, el Río de la Plata, la desembocadura del Riachuelo y la Dársena Sur, ubicada en el sur de Puerto Madero. Allí tendría que levantarse “La Torre más alta de Latinoamérica”, que iba a inaugurarse en 2019. Parece difícil.