28 Enero de 2021 20:00
De acuerdo al epidemiólogo inglés Mark Woolhouse, los científicos han descubierto nuevos virus capaces de infectar a los humanos a un ritmo constante durante los últimos 50 años, encontrando uno o dos nuevos virus cada 12 a 24 meses. Por ende, una nueva pandemia podría estar a la vuelta de la esquina.
"El mecanismo por el cual sale un virus es siempre extremadamente impredecible. Nunca se pueden predecir eventos precisos, por lo que debe hacerlo basándose en una especie de base estadística de probabilidad", explicó en diálogo con The Independent.
En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) creó años atrás el término "enfermedad X" para designar a patógenos previamente desconocidos con potencialidad de emerger y se diseminan por el mundo.
Con este tema en mente, la organización convocó a Woolhouse y otros colegas que, en el 2017, ya sospechaban que el escenario más probable era que la próxima pandemia emergente fuera causada por una enfermedad aún desconocida, muy probablemente un nuevo coronavirus relacionado con el SARS o MERS.
"Realmente uno no podría ser más preciso que eso. Este nuevo virus está tan estrechamente relacionado con el SARS, por lo que lo identificaron absolutamente como una de las amenazas", señaló. Y a pesar de aquella previsión, el coronavirus ya se cobró más de 2 millones de vidas en los 10 meses desde que la OMS declaró la pandemia.
"Para mí la gran lección, he tratado de impulsar esto durante muchos años, es no ser demasiado prescriptivo sobre lo que crees que vendrá", apuntó Woolhouse.
En una entrevista con Infobae, el doctor estadounidense Jonathan Quick, profesor en las universidades de Harvard y Duke y especialista en salud global, sumó sus impresiones al respecto.
"Si bien la aparición de un nuevo virus pandémico como el coronavirus era predecible e inevitable, creo que una pandemia de esta magnitud se podía prevenir. No tenía por qué ser así", aseguró.
De acuerdo a Quick, hay dos grandes aprendizajes que surgen de la situación. El primero es que "siempre habrá brotes de nuevas enfermedades infecciosas como el coronavirus así como resurgimientos periódicos de enfermedades conocidas como el ébola".
"En segundo lugar, en gran medida, la diferencia entre un brote de enfermedad a pequeña escala y epidemias regionales devastadoras como el ébola y pandemias catastróficas como el coronavirus es la acción humana, o, más a menudo, la inacción", agregó.
¿Textiles o especializados? Cuáles son los mejores barbijos para prevenir el coronavirus
Por su parte, el doctor Kenneth V. Iserson, profesor de Medicina de Emergencia, director del Programa de Bioética de Arizona en la Facultad de Medicina de la Universidad de Arizona y autor principal de una investigación que publicó el Centro Nacional para la Información Biotecnológica de los Estados Unidos, sostiene que "el problema es que hemos hecho todo esto antes y parece que no hemos aprendido las lecciones que enseñaron nuestros predecesores".
Así, detalló que luego de la pandemia de SARS la OMS detalló los pasos necesarios para controlar casos similares. Y estos pasos vitales fueron ignorados durante el período inicial de la pandemia de coronavirus.
"La OMS, que padece una insuficiencia crónica de fondos, tiene que soportar una burocracia abultada, lenta y descoordinada que tiene que responder ante 194 países", criticó Iserson. "Los CDC tienen una financiación insuficiente crónica y no tiene poder político. Los académicos son voces en el desierto cuyo consejo generalmente se busca demasiado tarde en el proceso para que tenga mucho efecto".
Para el especialista, además, los gobiernos mundiales "no autorizarán los cambios necesarios para producir respuestas más rápidas y flexibles" a las pandemias y "los recuerdos de la angustia y la alteración social desaparecerán".
