19 Noviembre de 2019 13:04
El argentino condenado a muerte recluido desde hace 23 años en el “corredor de la muerte” en los Estados Unidos, Víctor Saldaño, quedó a un paso de ser ejecutado por el crimen de un comerciante cometido en 1955, debido a que la Justicia estadounidense rechazó volver a revisar el caso. Hace dos años la Comisión Interamericana de Derechos Humanos había recomendado conmutar la pena.
Saldaño es cordobés, tiene 47 años y desde hace 23 está detenido en un estricto y duro régimen de prisión en el “corredor de la muerte” en una prisión de Texas, a la espera de ser ejecutado mediante una inyección letal compuesta de tiopental sódico, bromuro de pancuronio y cloruro de potasio, que mata a una persona en 15 minutos: primero se pierde el conocimiento, luego se paraliza el diafragma -se impide así la respiración- y finalmente se produce un paro cardíaco.
El crimen por el que Víctor Soldaño lleva 23 años detenido en el "corredor de la muerte" de Texas
Saldaño está detenido en los Estados Unidos desde 1995 por el crimen de un hombre estadounidense, a quien raptó junto a un cómplice mexicano. Un año más tarde, en 1996, fue condenado a muerte, aunque tiempo después la Corte Suprema de los Estados Unidos declaró nula la sentencia por considerar que el proceso estuvo marcado por la discriminación al acusado.En 1998 un tribunal de Texas lo volvió a condenar a muerte mediante el juicio por jurados. Para ese entonces, la madre de Saldaño, Lidia Guerrero, comenzaría una batalla judicial para impedir la ejecución. Ahora, sus abogados le exigen a la Justicia norteamericana que conmuten la pena, del mismo modo que lo recomendó la CIDH en 2017, cuando además plantearon que el condenado a muerte debía salir del corredor de la muerte y recibir atención psiquiátrica. La defensa de Saldaño consideró que el tratamiento era “cruel e infame”, y denunció violaciones a la Declaración Americana de los Derechos Humanos.
Aunque no existe precisión respecto a cuándo se concretaría la pena, ya hubo otras ocasiones en que Saldaño quedó al borde de ser ejecutado. Una de las versiones es que la ejecución podría ser en noviembre, aunque la defensa del cordobés condenado a muerte dijo que habrá otras ejecuciones antes y que lo habitual es “dar tiempo para pedir clemencia”.
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Desde hace años la madre de Saldaño visita a su hijo una vez por año. El hombre de 47 años pasó las últimas dos décadas en una celda de 3 por 2,8 metros, casi sin luz ni contacto con otros prisioneros. La defensa del homicida, a cargo de Jonathan Miller, consideró que el “corredor de la muerte” es un sitio de tortura, y relató: “Con su aparato psicológico destrozado, el 90% de su vida se basa en el sueño. Cuando está despierto dice incoherencias y permanece inquieto. Los carceleros se encargan de mantenerlo anestesiado todo el día. Duerme 21 o 22 horas, porque si toma conciencia de dónde está y cuánto tiempo lleva, se querrá suicidar, algo que ya ha intentado en numerosas oportunidades”.Con su aparato psicológico destrozado, el 90% de su vida se basa en el sueño"
EL CASO
Saldaño junto al mexicano Jorge Chávez atacaron a un comerciante estadounidense, Paul Ray King. Primero lo secuestraron y luego lo asesinaron cuando intentó escaparse. Le robaron 50 dólares y un reloj. Chávez fue condenado a perpetua, mientras que el cordobés fue condenado a pena de muerte.Sin embargo, la primera sentencia fue apelada por haber estado “plagada de conceptos racistas”, y la Corte les dio la razón, así que el Estado de Texas hizo otro juicio. En 1999 se ratificó la primera condena, que fue apelada, aunque en 2002 y 2004 se ratificó la pena de la inyección letal.