El aumento de casi el 60% en el precio de los cigarrillos, lejos de desalentar a los fumadores, atenta contra su salud. Por un lado, se fortalece el comercio ilegal y los cigarrillos "truchos". Por el otro, peligra el futuro de los kioscos, que ven en riesgo su fuente de ingreso tras la caída de la rentabilidad aportada por el comercio de estos productos.
Cuando el precio de los cigarrillos sube, el comercio ilegal y trucho se duplica.
A inicios de mayo, el Gobierno ajustó el gravamen fiscal sobre el sector tabacalero, llevándolo al 80% sobre el precio de venta al público. El paquete de 20 cigarrillos cuesta hasta $42.
Según advierten desde la Federación de Cámaras y Centros Comerciales, los aumentos generan un incremento del 20% en la venta de cigarrillos truchos y falsificados. La cifra es alarmante, si se tiene en cuenta que ese mercado representaba hasta ahora entre el 5 y el 7%.
Los kioscos en jaque por tarifazos y caída del consumo.
"Estamos cerca de que vuelva a pasar lo del 2000, cuando la ilegalidad se llevaba gran parte del negocio", argumentó Adrián Palacios, presidente de la Unión Kiosqueros de la República Argentina.
Los cigarrillos truchos se pueden conseguir entre los manteros de Liniers, Once y Constitución, que comercializan de $13 a $18 el paquete de 20 unidades. Es decir, a la mitad del valor de marquillas tales como Marlboro, Philip Morris o Camel. En ciudades como Posadas el valor del paquete se cotiza en tan sólo $10. Precisamente el NEA lidera el consumo de cigarrillos de contrabando.
La región del NEA lidera el consumo de contrabando.
Algunas de las características de los cigarrillos truchos son:
Las advertencias para la salud está inscriptas en otro idioma o bien son inexistentes.
Aroma y gusto extraño.
Las marcas más falsificadas son aquellas más populares como Marlboro, Philips Morris y Camel.
El packaging está mal impreso, con diseño de colores levemente diferentes.
La impresión de la marca en el cigarrillo suele estar mal impresa.
Comercio minorista
Asimismo, el aumento de precios también impacta en el retail, ya que los comercios chicos facturan entre un 30 y 40% menos, debido a la caída de la demanda de los consumidores de cigarrillos. A ello se suma el aumento de las tarifas de luz y agua.
El sector también se verá resentido por la falta del consumo colateral, ya que cuando un individuo compra cigarrillos suele llevarse otros productos.
La caída de la demanda de cigarrillos prevé el cierre de más de 200 kioscos.
"El impacto es muy parecido al de 2000 o 2001. Estimamos que para junio van a cerrar cerca de 205 kioscos de los cascos urbanos", explican desde la entidad que nuclea a los comerciantes del sector
El aumento genera incertidumbre en las industria y en toda la cadena de valor, ya que según la Cámara de la Industria del Tabaco, la medida generará un inevitable aumento de los precios que afectará el volumen de ventas y tendrá un impacto negativo sobre el nivel de actividad en las provincias productoras.