El miércoles por la noche en el Bailando 2023 se vivió una dramática situación con el participante Tomás Holder, quien tuvo que irse entre llantos del estudio que tiene América TV en Martínez, porque estaba sufriendo un ataque de pánico. El ex Gran Hermano se vio superado por la situación y hasta tuvo que ser atendido por una ambulancia. Mientras tanto, con la premisa de que el show debe continuar y sin ningún tipo de reparo para con la salud mental del influencer o el mensaje que estaba enviando al aire, Marcelo Tinelli fue a buscarlo con cámara y micrófono.
Para abordar esta temática y todo el montaje que se vivió en el programa, BigBang charló con el psicólogo Gabriel Cartañá. En su análisis sobre la importancia de hablar e informar sobre la salud mental, no dejó tema sin tocar y no dudó en apuntar al rol de los medios de comunicación en casos así.
¿Qué se hace frente a un ataque de pánico?
- Frente a un ataque de pánico lo que hay que hacer con la persona es dejarla tranquila. Llevarle cámara y un micrófono no es la mejor manera dejar tranquilo a nadie. El estrés es el exceso de actividades, cuando vos tenés demasiadas actividades te estresás. Esto es como si yo quisiera calmar tu estrés dándote más actividades. No, lo que tengo que hacer es darte vacaciones, no más actividades, si quiero calmarte el estrés. Si el ataque de pánico fue real, auténtico, llevarle las cámaras y filmarlo, sabiendo que él está haciendo filmado en ese momento, no solamente no ayuda al ataque de pánico, sino que lo empeora.
Además está la cuestión de tomar como un show un tema de salud mental- Sí, bueno, ellos toman como show cualquier cosa: vínculos, separaciones, muertes, salud mental. ¿Qué cosa no hacen como un show? Todo es convertido en parte del show. Lo bueno dentro de lo malo es que el ataque de pánico no es una patología seria, de hecho ni siquiera se configura como un trastorno, sino que es un simple síndrome. Entonces, el daño que se pudo potencialmente haber provocado igual nunca hubiera sido grave. Porque el ataque de pánico nunca es grave, es desagradable. Es decir, Tomás pasó mal momento, y el hecho que le haya ocurrido en medio de la filmación del Bailando, y que lo siguieran con las cámaras y todo, hizo que el momento fuera más desagradable, pero no más grave. Porque bajo ningún concepto se lo considera un cuadro de gravedad.
Entonces, no sería lo mismo que filmar a alguien con un brote de esquizofrenia...
- Un brote psicótico es un cuadro grave, es una patología grave. El ataque de pánico nunca lo es; en el único caso en el que podría tener consecuencias graves es si la persona que lo está cursando está manejando, por ejemplo. Si te sucede, estacioná. Porque el ataque no te va a matar, pero tal vez te distraés y chocás, y ahí te matás. Lo que te mata es el choque, no el ataque de pánico. Entonces, si vos estacionás, ponés las balizas, parás el auto, no va a pasar nada grave. Esto es lo mismo. Él está bailando, nadie se muere por bailar. No le iba a pasar más de lo que le pasó.
Al mismo tiempo en las imágenes uno puede sospechar que está armado, como pasa últimamente en todo...
- Claro. No porque sospeche de los ataques de pánico, sino porque sospecho de los medios de comunicación. Entonces, como armamos todo, no sería raro que a alguien se le ocurra armarse un ataque de pánico como forma de viralizar lo que le pasa. No digo que haya pasado, sino que es posible que pase.
¡Con la salud mental no! El peligroso show de Tinelli y los "ataques de pánico" de Holder
En los últimos años crecieron mucho los ataques de pánico, ¿por qué?- Es una consecuencia de la sociedad en la que vivimos. Es una sociedad que anda a 200 kilómetros por hora. Había una serie que se llamaba La Familia Ingalls. Ellos vivían en Walnut Groove, un pueblito en Indiana y era la familia de un granjero, Charles Ingalls, con toda su familia. Él, de vez en cuando, en algunos capítulos, tenía que ir a un pueblo llamado Mankato. Iban en carreta. Tardaba varios días en ir y volver. Y yo una vez averigüé cuánta distancia hay entre los dos pueblos. Y hay 120 kilómetros nomás. En carreta se hacen en tres días. Entonces, lo que nosotros hacemos en un auto en una hora y veinte, a él le costaba una semana. Él vivía un tiempo mucho más lento que nosotros, donde le permitía procesar todos los estímulos de manera mucho más fácil, e ir incorporando todo lo que le iba pasando en la vida, con tiempo. Nosotros no. Entonces terminamos teniendo un vómito emocional.
El ataque de pánico no es otra cosa que un vómito emocional, como cuando vas a un boliche y tomás demasiado alcohol, después vas al baño y vomitás, porque el organismo expulsa lo que sobra. El ataque de pánico es lo mismo: expulsa emociones, situaciones que hemos ido cargando y no hemos tenido tiempo de procesarlas. El hígado en el alcohol tiene una capacidad de procesarlo, si vos tomás demasiado, lo saturás, y entonces el aparato digestivo lo expulsa por la boca. El aparato mental hace lo mismo. Tiene una capacidad para procesar emociones, cuando le metés demasiadas emociones, lo saturás, y entonces el aparato psíquico lo vomita, ¿cómo? Con un ataque de pánico.
¿Qué tendría que hacer una persona que tiene un ataque de pánico?
- Lo importante es darse cuenta que no le está pasando nada grave. Uno de los trece síntomas de ataque de pánico es el temor a morir. Nadie se va a morir por un ataque de pánico, nadie en la historia de la humanidad ha muerto por un ataque de pánico. Lo segundo, no te podés volver loco por un ataque de pánico. La locura y el ataque de pánico ocurren en habitaciones de la mente distintas. La locura ocurre en el mundo de lo cognitivo, mientras que el ataque de pánico ocurre en el mundo de lo emocional. No te estás volviendo loco, ni te vas a volver loco. Tercero: no es grave, es muy desagradable, pero no es grave. Cuarto: siempre tiene cura, simplemente tendrás que hacer un tratamiento adecuado para resolverlo. A veces la medicación ayuda cuando los ataques de pánico son muy intensos y muy frecuentes, hasta que lo resolvés. La medicación no lo resuelve, pero te da la energía necesaria para que vos lo trabajes, que trabajes la causa, qué es lo que está pasando en tu vida que te está provocando eso. Cuando resolvés lo que está pasando en tu vida, los ataques de pánico simplemente desaparecen.