Nahir Galarza fue condenada a prisión perpetua por el homicidio de su novio Fernando Pastorizzo, ocurrido en diciembre pasado. La joven de 19 años no estuvo presente en la lectura del fallo del tribunal oral de Gualeguaychú que determinó que pasará, como mínimo, 35 años en la cárcel.
Así, Galarza pasará detenida casi el doble de su edad actual. Con 19 años, la joven criminal se transformó en la mujer más joven condenada a perpetua. En el historial criminal de la Argentina hay casos de hombres muy jóvenes que recibieron la mayor pena que prevé el Código Penal, pero no existía ninguna mujer tan joven.
El Petiso Orejudo, por ejemplo, fue condenado con 18 años en 1914 por los crímenes cometidos contra cuatro niños, y los siete intentos de homicidio. Carlos Eduardo Robledo Puch acababa de cumplir 20 años cuando fue condenado por once asesinatos a sangre fría. Hoy, es el preso que más tiempo lleva tras las rejas: cumple prisión efectiva desde 1972, hace 46 años.
Galarza fue condenada a prisión perpetua.
Nahir podría acceder a una libertad condicional recién dentro de 35 años, en 2053. Para ese entonces, Galarza será una mujer de 54 años. Esto ocurrió porque los jueces determinaron la pena máxima para la joven que asesinó de dos disparos a su novio en la madrugada del 29 de diciembre pasado.
La estrategia de la defensa de Nahir fue tratar de ir hacia una condena por homicidio simple, buscando probar a través de testimonios y de la propia palabra de la acusada que no existía una relación de noviazgo (es decir el vínculo) con Pastorizzo. Sin embargo, los jueces fueron determinantes en el fallo, al aclarar que la muerte del joven fue “un homicidio calificado por una relación de pareja”.
“Ha quedado destruida la hipótesis de la defensa de que los disparos se produjeron de manera involuntaria”, remarcaron los jueces.