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Qué fue de la vida de Pablo Ventura, el joven al que los rugbiers intentaron incriminar

El joven señaló que para él "es un misterio" el por qué de la falsa acusación. 

18 Enero de 2021 13:25
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A un año del asesinato de Fernando Báez Sosa por una patota de rugbiers en Villa Gesell, aún no se sabe por qué los imputados quisieron incriminar también en el hecho a Pablo Ventura, un joven remero al que conocían sólo de vista y que, eventualmente, quedó libre de culpa y cargo. 

“Fernando está muerto. Un chico como yo, muerto. No te voy a decir que esto me arruinó la vida hoy, cuando pasó tanto tiempo, porque los padres y la novia de Fernando tienen la vida arruinada de verdad. Estos pibes hicieron que yo no sea el mismo. Mis viejos no son los mismos. Con lo que me hicieron, ¿qué se puede hacer? Nada. La justicia es para Fernando y por todo lo que arruinaron al sacarlo del mundo”, reflexionó Pablo en diálogo con Clarín.

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El joven asegura que el deporte es su refugio ya que lo "abstrae de todo" y reveló que los meses de aislamiento social llegó a deprimirse porque no podía practicar remo. 

"Estuve muy mal. Ya no hay nadie que no me conozca", explicó. "Es incómodo que me digan 'Hola Pablo' y que te hablen del tema sin conocerte. Te remueve todo. Y estamos en Zárate, de donde son ellos, siempre va a ser tema lo que hicieron. Y no está mal que sea así". 

Pablo actualmente cursa el tercer año de Farmacia y planea mudarse a la Ciudad de Buenos Aires luego de recibirse. Contó que sólo fue a bailar dos veces desde el crimen de Fernando. 

"Fui porque me obligaron mis amigos, para que me distraiga un poco. Fue horrible, se me acercaban todos a preguntarme qué pasó", señala. "Sé que están de mi lado, digamos, pero es incómodo, molesto".

El joven expresó que le gustaría acercarse a los padres de Fernando para expresarles en personas su solidaridad. "Las pocas veces que hablé públicamente, dije que los papás de Fernando tenían todo mi apoyo. Pero nunca pude hablarles ni visitarlos. Me encantaría", asegura. 

Para Pablo, el encuentro en persona es importante porque "Fernando parece que era un muy buen pibe y sus padres, aunque sea por unos días, también pensaron que yo lo había matado y me había escapado de Gesell".

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"El porqué de ese daño que me hicieron es un misterio que no se va a resolver. Sí se va a resolver el caso. Me gustaría decirles una sola cosa: 'Confíen en la Justicia'", concluye.

Los padres de Pablo, mientras tanto, aseguran que todos los días reciben comentarios sobre el caso y la falsa acusación a su hijo. "Se alejó de todo por un tiempo. Estuvo frente a fotógrafos, flashes, micrófonos y policías sin haber hecho nada, siendo un pibe. Ahora queremos que siga adelante", cuenta José María, su padre.