por Rafael Saralegui
23 Noviembre de 2017 17:58
El submarino ARA San Juan sufrió un incidente de tal magnitud cuando navegaba sumergido que le impidió volver de inmediato a la superficie, la primera orden que tendría que haber dado el comandante ante una eventualidad que pudiera poner en peligro al buque y a su tripulación.
"Hubo un evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear consistente con una explosión", dijo esta mañana el vocero de la Armada, capitán de navío Enrique Balbi, al brindar el parte en el edificio Libertad con la primera información concreta sobre lo que podría haber ocurrido con el buque.
El reporte de esa explosión, informado por la Organización para la Prohibición de Pruebas Nucleares (CTBTO), con sede en Viena, es coincidente con la zona donde se reportó la última ubicación del ARA San Juan y ocurrió tres horas después de la última comunicación de la nave.
Balbi informó esta mañana que hubo una explosión en la zona.
“No tenemos información para saber el tipo de explosión que hubo dentro del buque y porque no pudieron emerger luego de la explosión, pero algo tiene que haber ocurrido para que no pudiera volver a la superficie”, explicó a BigBang Tomás Merino, ex comandante del ARA San Juan.
“El submarino está hecho para navegar bajo el agua, por eso no salió a superficie después de haber reportado la avería, sobretodo con la tormenta que había, corrés el riesgo de romper todo por las olas y el viento, por eso no se navega en superficie”, agregó Merino.
Los primeros datos difundidos por la Armada consignaron que el capitán del submarino había notificado de un inconveniente y que se le había ordenado su regreso a la base naval de Mar del Plata. Pero se entiende que ese desperfecto fue subsanada por lo que se volvió a navegar debajo de la superficie.
El submarino tuvo un inconveniente que le impidió emerger.
Las baterías que tiene el barco generan hidrógeno, que se ventean en forma controlada. Pero una acumulación de ese gas por algún desperfecto podría haber provocado una explosión y un incendio a bordo.
La violencia de ese hipotético estallido impidió activar los sistemas, inclusive manuales, para volver a la superficie. Y al mismo tiempo poner en funcionamiento las alarmas.
Otro ex comandante de submarinos, que pidió no ser identificado, explicó que aun con la poca información que se tiene hasta el momento, el ARA San Juan pudo haber sufrido dos tipos de explosiones: una interna dentro del barco por algún inconveniente técnico o mecánico o la implosión de la estructura del submarino cuando se sumergió a una superficie tal que el buque colapso.
“Si es una explosión interna, ese ruido puede ser transmitido por el casco del barco y pudo haber sido captada, tal como se informó. Pero tiene que haber sido una catástrofe tal que le impidió volver a la superficie que es lo primero que se ordena ante cualquier emergencia”, explicó el oficial retirado.
“En cambio si la explosión fue consecuencia de la profundidad en la que se encontraba el submarino, también por un desperfecto o avería, se produce en rigor una implosión porque colapsa la estructura. En ese caso, se pudo haber rajado el casco, es algo que no sabemos”, añadió el experto.
Un dato clave es dónde quedó apoyado el submarino cuando se fue el fondo del mar. Si quedó apoyado sobre la plataforma argentina la profundidad puede ser de unos 200 metros, pero si el incidente se produjo más al Este de la plataforma, la profundidad puede llegar a los 3500 metros.
“Yo he navegado con una profundidad de 3500 metros por debajo del casco, estamos hablando de los fondos abisales”, explicó. En ese caso, la posibilidad de ubicar y rescatar el buque es mucho más difícil, obviamente.
