Un grupo de Investigadores del Conicet alertó en las últimas semanas que, tras un monitoreo realizado durante un largo periodo de años, hay una preocupante posibilidad de que en la localidad patagónica de Villa Traful, Neuquén, ocurra un tsunami. Si bien el hecho podría suceder mucho más adelante, lo cierto es que generaría un desastre enorme, ya que la villa turística desaparecería por completo.
Según el estudio comandado por el profesor de Geología de la Universidad de Buenos Aires e investigador principal del Conicet, Andrés Folguera, el Bosque Sumergido forma parte de una placa que se desplazada desde hace años con rapidez, lo que podría provocar su desprendimiento. Si eso ocurriera, el bloque caería de lleno sobre el lago Traful, lo que generaría grandes olas que causarían un catastrófico tsunami.
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El artículo fue publicado en la reconocida revista especializada en ciencia South America Earth Sciences, y allí los investigadores revelaron que el lago tiene una profundidad de 300 en algunos puntos, mientras que el bloque que se desprende tiene tres kilómetros de ancho y diez de largo, por lo que su caída podría provocar olas de muchas decenas de metros de altura, destrozos e inundaciones masivas.
Según los cálculos del estudio, el bloque se desplaza hacia el lago a una velocidad de 36 centímetros anuales y en el lapso de los últimos 22 años, hubo árboles que se llegaron a hundir unos 8 metros.
En diálogo con radio Cadena 3, Folguera dijo que en Villa Traful se está ante la posibilidad de que haya un tsunami, como también pasó en Noruega y Canadá. "En estos países conviven con estas cosas y han destruido poblados enteros. Hay que preocuparnos y no tener miedo. Hay que hacer cualquier cosa menos paralizarse. Tenemos Estado, tenemos organismos idóneos y se pueden prever", sostuvo.
Además, agregó que la catástrofe se puede alertar si se hacen los monitores correspondientes, por lo que es necesario trabajar para tener un control exacto de la situación. "Se pueden poner expansores entre el cerro y el desprendimiento. Esa grieta hay que visitarla cada varios meses y ver si cambia o no su amplitud. De esta manera, se traza una curva para ver si se acelera o no el deslizamiento. Otra forma es medir por radar en satélite. Cualquiera de las dos está al alcance del estado argentino", aseguró.
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Por su parte, el intendente de la ciudad de Villa Traful, Nicolás Lagos, llevó tranquilidad a sus vecinos y aseguró que la amenaza "no es inmediata"."Desde Parques Nacionales nos informaron que ellos llevan un análisis de la zona y que nos iban a otorgar un informe entre hoy y mañana. No es una amenaza inmediata, pero sí corresponde tener las medidas de precaución necesarias para que, en el caso de que ocurra, no nos tome por sorpresa", aclaró en diálogo con Infobae.
Como lo mencionó Folguera, este tipo de tsunamis en lagos ocurrieron, por ejemplo, en Noruega, donde en 1905 una avalancha sepultó la ciudad de Geiranger. Del mismo modo, en 1934 un deslizamiento de dos millones de metros cúbicos de roca generó un tsunami en el Fiordo de Tafjord, lo que provocó la muerte de 47 personas.
Estos trágicos hechos fueron representados muchos años después en la película La última ola, dirigida por el noruego Roar Uthaug, en la cual un pequeño pueblo rodeado de montañas inestables se ve afectado por un destructor tsunami, ya que los expertos de la zona no llegaron a darse cuenta con tiempo de lo que iba a pasar.