22 Julio de 2018 10:10
En su paso por Podemos Hablar, Verónica Llinás y Catherine Fulop -ambas públicas militantes a favor de la legalización del aborto- no llevaron sus pañuelos verdes. Esta vez, se inclinaron por otro color: el naranja.
Llinás y Fulop llevaron sus pañuelos naranja a "Podemos Hablar".
Así, Fulop en su muñeca y Llinás en el cuello portaron esta vez la insignia por una campaña que va de la mano con la anterior. "Iglesia y Estado, asuntos separados", puede leerse en los pañuelos que llevaban ambas.
El nuevo símbolo, surgido poco tiempo después de que la Cámara de Diputados aprobara la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, apunta a militar la necesidad de que el Estado nacional sea laico, y deje de solventar económicamente a la Iglesia católica y acusar recibo de su influencia.
"Siento que es una discusión necesaria, ya que la Iglesia influye mucho en las decisiones de los gobernantes", explicó Llinás. "Antes de tomar una decisión que pueda afectar a la Iglesia, lo piensan bien y hasta ceden en las presiones".
La apostasía como herramienta
La campaña por la separación de Estado e Iglesia ya tiene páginas oficiales en redes sociales. Desde allí, comunicaron que el lanzamiento oficial de sus actividades será el 8 de agosto, para no superponerse con la militancia por el aborto libre, seguro y gratuito. Vale recordar que ese día se debatirá en el Senado la ley para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo.
Como primer paso, sin embargo, los militantes de la campaña ya comenzaron a brindar información sobre el proceso de apostasía, que permite desvincular a una persona de los registros de bautismo.
