23 Septiembre de 2018 10:38
El cerebro, se sabe, es una máquina compleja. Y parte de ese intrincado funcionamiento se refleja en la manera en la que la percepción crea ilusiones tan tangibles como la realidad misma.
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El triángulo que no está
El psicólogo Gaetano Kanizsa es el autor de varias de las ilusiones ópticas más famosas, todas basadas en el fenómeno de los contornos ilusorios, en el cual el cerebro completa los bordes inexistentes para formar figuras geométricas.
El triángulo de Kanizsa se apoya en el fenómeno de los contornos ilusorios.
Así, en el triángulo de Kanizsa, fragmentos separados brindan la impresion de un triángulo blanco definido por tres círculos en las puntas y líneas incompletas de un segundo triángulo.
La copa y los rostros
La organización figura-fondo es una operación perceptual en la cual un objeto es identificado a través del contraste con su fondo. Es alrededor de ese principio que se organiza la ilusión de la copa de Rubin.
¿Una copa o dos rostros enfrentados?
Este juego óptico, mediante el cual en la misma imagen es posible identificar tanto una copa como dos rostros enfrentados, se organiza alrededor del principio de que, cuando dos campos presentan un borde en común y uno es visto como figura y el otro como fondo, la percepción inmediata se caracteriza por un efecto que emerge de ese límite en común y que opera de manera más fuerte en un campo que en el otro.
El tridente absurdo
Otro grupo de ilusiones visuales son las que se organizan alrededor del concepto de objeto imposible: una figura en dos dimensiones instantánteamente percibida como la proyección de un objeto tridimensional que no podría existir en el mundo real.
¿Puntas redondas o rectangulares?
El objeto imposible más conocido es el usualmente llamado "tenedor del diablo", que parece tener tres puntas cilíndricas que, sin embargo, se transforman en dos rectangulares si se lo observa desde la base.