Hace cinco años atrás la historia de un adolescente cordobés comenzaba a circular por los medios. Se decía que tenía una enfermedad extraña y que él y sus dos hermanos debían ser evaluados. Se trata de Agustín Bustos Fierro, quién se convirtió en el primer caso que movilizó a una gran cantidad de famosos y personalidades de todas las áreas a sumarse a su colecta de donaciones de dinero “Un milagro para Agustín”.
La campaña y algunos de los famosos que se sumaron.
El nombre del síndrome es adrenoleucodistrofia, una rara enfermedad degenerativa. Para detenerla necesitaba un millón de dólares para poder viajar a los Estados Unidos, donde recibió el trasplante de médula de un donante compatible y un tratamiento específico.
Agustin hoy.
Hoy cumple 19 años y a dos años de haber regresado al país, casi realiza una vida normal, con ciertas diferencias en comparación con otro joven de su edad. Sale de noche, y se junta con amigos pero por un tiempo determinado para preservarlo de cualquier complicación. Si bien intentó completar sus estudios y finalizar el secundario, Agustín sufría no poder retener datos específicos debido a que como secuela sufre una pequeña pérdida de memoria temporal en ciertas situaciones.
Selfie con una “amiga”.
De todas maneras, Agustín trabaja gracias a que fue contratado en una gráfica. Este joven recibió un trasplante de médula, soportó las complicaciones de la intervención, y una vez estabilizado volvió al país casi dos años después de tratamiento.
El pasado. En medio del tratamiento, en los Estados Unidos.
Hoy Agustín ingiere más de diez pastillas por día, más una medicación en spray y si bien puede resultar una alta dosis, es menos de la mitad de lo que consumía al comenzar el tratamiento, a sus 14 años.
Según explican sus médicos, la enfermedad está detenida, aunque debe realizarse controles médicos periódicos. Todo lo que vivieron fue muy duro y pese a que los médicos les advirtieron las posibles complicaciones, ninguno sabía con certeza lo que enfrentarían.
La familia completa.
Como si fuera poco, en medio de la colecta, previo al viaje, el padre del adolescente Jorge Bustos Fierro estuvo “demorado” y sospechado de utilizar el dinero para salir de noche con prostitutas ya que protagonizó un confuso episodio con una joven en una wiskería Tiffanys de Villa Carlos Paz.
Bustos Fierro, en un boliche.
En tanto, luego de presentar ante la justicia los comprobantes de uso del dinero pudo quedar libre de la causa que se le inició debido a que se trataba de una donación en la que participó el país por completo.