Mario Melo era muy conocido en Ostende, donde se había instalado desde hacía varios años, luego de haber abandonado su extensa carrera como boxeador. Apodado como "Mazazo" por su especial golpe de puño, el deportista que fue campeón argentino y sudamericano entre los semipesados y pesados en los años 80' y 90', murió este domingo de forma trágica, cuando perdió la vida tras atragantarse en un concurso de medialunas en Pinamar.
Mario Melo era un reconocido boxeador.
Según explicaron sus familiares, cuando Melo se ahogó, todos los que estaban en el lugar al principio pensaron que se trataba de una broma de mal gusto, hasta que se dieron cuenta que la emergencia era en serio y lo empezaron a ayudar.
A pesar de eso, como no había ningún médico en el lugar, los otros participantes y organizadores del evento intentaron hacerle maniobras de reanimación al boxeador, aunque no tuvieron éxito.
Melo murió tras atragantarse con una medialuna en un concurso.
"Hicieron todo lo contrario (los que lo ayudaron), lo tiraron al piso y le hicieron presión como si fuese un infarto", explicó la hermana de Mario, Aída, quien además indicó en diálogo con TN que el boxeador se atragantó porque "llegó a tragar una medialuna, y mientras masticaba la segunda se metió la tercera".
Del mismo modo, la autopsia realizada en el cuerpo del fallecido indicó que Melo sufrió de una hipoxia por masa sólida en la tráquea, lo que significa que murió tras atragantarse.
Por su parte, la mujer también explicó que vio por televisión el momento en que su hermano se descompuso, aunque después se enteró por otro familiar que Mario había sido llevado al hospital, donde les dijeron que no había nada por hacer.
Melo se instaló en la localidad de Ostende, partido de Pinamar, luego de haber vivido unos largos años de gloria en su carrera deportiva. Además de amar el boxeo, "Mazazo" era fanático de las motos y de su querido River Plate.
También le encantaba atender su gimnasio, lugar en el que aprovechaba para demostrarle a los demás que era un tremendo noqueador. Por su trabajo, recorrió el mundo entero, y peleó contra reconocidos boxeadores, entre ellos, Michael Moorer, a quien se enfrentó por el título mundial de los semipesados.
Además de enfrentarse contra varios deportistas, Melo también debió afrontar a una severa enfermedad que le costó varios dolores de cabeza, como lo fue la diábetes, al igual que debió luchar con su cuerpo y alma para poder salir de las drogas.
Tras ese pasado, su vida en la actualidad era diferente, tranquila y con muchas ganas de disfrutar. Sin embargo, todo se acabó para él en la tarde del domingo, luego de haberse atragantado en la Fiesta de la Medialuna realizada en Pinamar.
El concurso consistía en que ganaba el que comía más medialunas en un minuto, aunque él no pudo llegar al final del evento porque apenas comenzó a comer se ahogó y debió ser socorrido por los otros participantes, quienes a pesar de haber querido ayudarlo, no pudieron hacer nada para evitar que muriera.