22 Noviembre de 2017 18:03
El hombre tocó el timbre en la casa de Elba Pereyra, de 80 años, y cuando la mujer le abrió la puerta preguntó por su hijo, Gustavo "El Oso" Pereyra, uno de los ex jefes de la barrabrava de Boca, aunque distanciado en los últimos tiempos de los principales capos.
El inesperado encuentro fue en la casa de la mujer en el áspero barrio Don Orione, en la localidad bonaerense de Claypole, en el partido de Almirante Brown, en el sur del Gran Buenos Aires.
Pereyra (49), ex ladero de Rafael Di Zeo (55) y uno de los líderes de "La 12" durante la década pasada, recibió al visitante en la casa de la manzana 33, del edificio D6 del barrio Don Orione conformado por edificios de monoblocks.
Pereyra, a la izquierda, junto al Rafa Di Zeo.
El Oso estaba en la ducha cuando llegó el visitante. La madre le avisó y Pereyra salió para hablar en la puerta, mientras la mujer se dirigó hacia el living de la casa.
De repente, la mujer empezó a escuchar una discusión, su hijo entró corriendo y cerró la puerta, pero el atacante disparó a través de ella. De acuerdo al breve testimonio que prestó ante a los investigadores, la madre de "El Oso" explicó que el agresor era un hombre calvo y gordo y que, tras los disparos, escapó.
Pereyra quedó tirado en el piso con múltiples heridas, pero todas efectuadas únicamente en las piernas, por lo que los pesquisas no descartan que hayan querido darle "un mensaje" y terminaron provocándole la muerte, ya que uno de los disparos le afectó la arteria femoral y prácticamente se desangró.
Pereyra tenía 49 años.
No obstante, la mujer dio aviso a algunos familiares y vecinos que trasladaron al baleado hasta el Hospital Oñativia, de Rafael Calzada, pero pese a la atención que recibió finalmente murió.
Personal de la comisaría de Almirante Brown que concurrió a la casa de Pereyra encontró en el lugar nueve vainas servidas de una pistola calibre 9 milímetros, las cuales fueron secuestradas posteriormente por la Policía Científica.
El fiscal de turno de Lomas de Zamora, Gerardo Loureyro, concurrió al lugar y ordenó diversas diligencias para dar con el atacante, entre ellas verificar si en la zona hay cámaras de seguridad que pudieran haber registrado el paso del atacante. En las próximas horas se realizará la autopsia al cuerpo en la morgue judicial de Lomas de Zamora.
Además, el fiscal esperaba tomarle testimonio a la madre de la víctima para que aportaba más detalles, pero la mujer permanecía esta tarde en estado de shock a raíz del crimen de su hijo.
Según las fuentes, "El Oso" actualmente era custodio de un sindicato de empresas de seguridad privada de La Plata y no se le conocía vinculación estrecha con la barra brava de Boca.
Pereyra fue uno de los barras condenados por la Justicia (junto a Rafael Di Zeo) por la agresión a los hinchas de Chacarita Juniors en un partido amistoso jugado en marzo de 1999 en la cancha de Boca.
Ese episodio quedó registrado por las cámaras de televisión y se lo observa a "El Oso" atacando con un palo a Daniel "Pájaro" Benedetti (55), reconocido hincha "funebrero", mientras estaba en el piso, indefenso y rodeado de barras de Boca. Por esos hechos recibió una pena de 3 años y 10 meses de prisión y estuvo algunos días en prisión hasta que recuperó su libertad.
Luego, junto a los hermanos Rafael y Fernando Di Zeo y otros barras fue procesado por otros incidentes que se produjeron en la Bombonera el 31 de agosto de 2003, cuando Boca recibió a Chacarita por la quinta fecha del Apertura.
En septiembre pasado, Pereyra, que también formaba parte de la barra brava del club Claypole (de Primera D) fue apresado por la Policía bonaerense por participar en incidentes durante un partido de esa categoría, pero después lo liberaron.
En los últimos tiempos, "El Oso" Pereyra había dejado de ir a la cancha de Boca, no sólo porque tenía una prohibición para entrar al estadio, sino porque además estaba enfrentado con su antiguos jefes de La 12, Di Zeo, y Mauro Martín.