09 Marzo de 2017 13:55
El trabajo de Javier Terenti no se desarrolla en el ámbito de una oficina ni frente a un escritorio. Su ambiente cotidiano es nada más y nada menos que la Torre Monumental de Retiro.
Javier Terenti pone a punto el reloj de la Torre Monumental hace 10 años.
También conocida como Torre de los Ingleses, la construcción alberga un reloj que probablemente constituye uno de los puntos turísticos más identificables de Buenos Aires. Y cuyo mecanismo Terenti se encarga de mantener a punto.
Paciencia y sabiduría
Una o dos veces por semana, Javier sube en ascensor hasta el quinto piso de la torre para luego, mediante una empinada escalera, acceder al mecanismo del reloj.
Las piezas del reloj son las originales que se montaron hace 100 años.
Allí, comprueba que marque la hora exacta y, en caso contrario, lo ajusta. Luego, se encarga de revisar engranajes y lingas, y la lubricación de toda la maquinaria.
Hasta hace un tiempo, Terenti también tenía que darle cuerda cada dos días al reloj. Sin embargo, ese mecanismo fue reemplazado por un sistema de motores, aunque la palanca manual aún subsiste para ser utilizada en caso de corte de luz.
Extremo cuidado
El trabajo se pone complicado cuando las palomas se introducen en la torre y quedan enganchadas en alguna de las poleas o ruedas dentadas del mecanismo, descalibrándolo. Los vientos demasiado fuertes a veces pueden también causar el mismo efecto.
Desde la torre, se puede obtener una gran vista de la Terminal de Retiro.
Es ahí cuando a Javier le toca desarmar, limpiar, lubricar y volver a montar el reloj para que vuelva a su ritmo normal. Tarea que, aunque ya conozca la maquinaria al dedillo, no deja de demandar un cuidado especial: la mayoría de las partes son las originales que llegaron de Inglaterra hace 100 años, y si alguna se rompe no queda otra opción que mandar a hacer el reemplazo a un taller.
Otra de las vistas desde la torre: la Plaza San Martín y el edificio Kavanagh.
Técnico electromecánico, Terrenti se ocupa del mantenimiento del reloj de la Torre Monumental desde hace 10 años y, además, atiende el funcionamiento de otros 60 aparatos similares instalados en torres e iglesias de toda la ciudad. Junto a él, trabajan dos ayudantes a quienes les transmite todos sus secretos.
Regalo de hermandad
La Torre Monumental fue una donación de la comunidad inglesa por el Centenario de la Independencia. Luego de cuatro años de construcción, fue inaugurada el 24 de mayo de 1916.
Construida como una réplica del Big Ben, ubicado en el Parlamento Británico, cada 15 minutos suena con sus mismos tonos de campana.