El milagro de haber encontrado con vida a los cuatro niños que estuvieron perdidos 40 días en la selva amazónica del Guaviare en Colombia, tuvo mucho que ver con que la mayor de ellos, Lesly Mucutuy, de 13 años, tenía el conocimiento de la supervivencia en la región que le había enseñado su abuela, María Fátima Valencia. Sin embargo, también cumplió un rol clave Wilson, un perro rescatista que el Ejército soltó, que estuvo con ellos y luego desapareció.
Ahora que Lesly y sus hermanos Soleiny Mucutuy (9), Tien Noriel Ronoque Mucutuy (4) y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy (11 meses), aparecieron con vida, el Ejército de Colombia continúa la Operación Esperanza con el objetivo de encontrar al can que soltó a la selva con el fin de que ayuden en la tarea con su capacidad natural para rastrear. "Jamás se abandona a un compañero", es el lema con el buscan desesperadamente a Wilson.
Los chicos aparecieron el 9 de junio en un estado de desnutrición severo y llenos de picaduras de mosquitos y demás bichos. La mayor de ellos sabía cómo tomar agua de la lluvia y cómo guardarla, algo que era fundamental para la bebé que tenía a su cuidado. También qué frutos y hongos comer y cuáles no. Con dos baterías que tenía, armó una linterna y encontró los lugares en los que descansar, en medio de serpientes venenosas y jaguares.
Tras ser rescatados, los niños sólo querían comer, leer y jugar. Aunque también dibujar, porque el Ejército mostró dos ilustraciones que hicieron Lesly y Soleini, en apoyo al operativo para dar con el canino especialista en rescates.
"Nuestra premisa como comandos: Jamás se abandona a un compañero caído en el campo de combate. Avanza la Operación Esperanza en la búsqueda de nuestro canino Wilson, que haciendo rastreo y en su afán de encontrar a los niños se aleja de las tropas y se pierde", anunció el 10 de junio el mayor general Helder Fernán Giraldo Bonilla.
Luego comenzaron a aparecer las primeras imágenes y videos que desde las redes sociales de la fuerza armada compartían continuamente. A partir de eso, los mensajes de apoyo llegaron por parte del pueblo colombiano, enternecido y conmovido ante una historia de magnitud hollywoodense y con final incierto.
"Las habilidades de nuestros binomios caninos: soldado y canino en las operaciones humanitarias de búsqueda y rescate son decisivas para la victoria. Wilson ha participado en diferentes operaciones. ¡No descansaremos hasta encontrarlo!", publicaron un día después de que hubiera comenzado el rastrillaje.
Las fotos de Wilson de bebé y con un collar amarillo, son la demostración de la formación con la que cuentan estos caninos especializados, quienes son entrenados duramente desde muy pequeños, para poder desarrollar todo su potencial para las tareas en las que son formados. La semana pasada, el comandante del regimiento Fuerzas Especiales N° 1, Gustavo Narváez Orozco, contó ante Semana cómo fue la desaparición de este "perro de búsqueda y rescate de personas" que "tiene un año y medio de experiencia".
"El 18 de mayo se extravió, después de que su guía le dé la orden de que se meta selva adentro a buscar, y no vuelve. Fue muy extraño porque está entrenado para eso, para meterse en profundidad y volver donde su amo", reveló el militar. "El 20 de mayo, nuestro personal observó al perro, el guía se le estaba acercando y el canino en una reacción poco normal, emprendió la huida y no lo volvimos a ver", agregó.
Los días pasaron y las esperanzas de que aparezca o que esté con los niños no se perdieron. Tres días antes de dar con los chicos, durante una exploración se toparon a Wilson de frente. "Quien lo vio, lo vio un poco flaco. Intentaron acercarse con comida, llamados y una perrita que llevamos de la Defensa Civil, que mandaron a que le buscara juego a Wilson, para entretenerlo, acercarnos y ubicarlo". Apenas Wilson vio a los rescatistas "huyó". "Esa fue la última vez que tuvimos contacto con él", lamentó Orozco.
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El comportamiento llama la atención, aunque en realidad es algo que según el comandante puede ser factible. "En la selva hay animales como caimanes, jaguares, panteras y anacondas. Cualquiera de estas fieras puede intimidar a nuestro perro, asustarlo y él cambia su comportamiento", explicó Para Orozco, el hecho que se haya visto con vida hace una semana les da gran aliento y les deja "la fe intacta y la esperanza también". La búsqueda continua y la operación para hacer del canino un héroe sigue en pie.
Cuando las comunidades indígenas que fueron parte vital de las tareas de búsqueda no daban con los niños, alegaban que era porque "los duendes de la selva" no los querían soltar. Wilson sigue allí perdido, a la espera de también ser liberado de una jungla llena de peligros para él.