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Quiero ser libre, no valiente | Abusos en primera persona: “Se masturbó y pasó sus manos por mi cara"

"¿Sentís miedo al caminar por la calle?". Denuncias que visibilizan lo que sufrimos a diario. Mujeres que no nos callamos más.

por Manuela Fernandez Mendy

31 Enero de 2019 07:46
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“¿Sentís miedo al caminar por la calle?”. Una pregunta sin vueltas, simple. Cortita y al pie. De esas que ya ni siquiera nos preguntamos. Sabemos la respuesta, la naturalizamos desde que éramos nenas. Muchas tenemos grabada en la retina la primera vez que un hombre nos mostró su pene en la vía pública. Otras nos acordamos a la perfección aquella vez que nos acorralaron en la calle para manosearnos. El momento en el que levantamos la mirada y nos dimos cuenta por primera vez de que se estaban masturbando en un colectivo. El saber que te están siguiendo sólo por el simple hecho de marcarte que pueden hacerlo o, peor aún, aguardando el momento para agarrarte. La primera vez que te metiste en un local para refugiarte. El primer “piropo” desagradable. Y la lista sigue.

Pero no nos callamos más. No naturalizamos más. No lo toleramos más. Hace sólo dos años, en este mismo medio, escribí una columna en la que relaté un abuso que sufrí a pocas cuadras de la redacción. Era verano, un domingo. Recién salía de trabajar. Siete de la tarde. Juan B. Justo y Soler, pleno Palermo. Dos tipos, una navaja y un pasillo al costado de las vías que, si avanza la obra que comenzaron hace dos meses, dejará de existir en breve. En su momento no me animé a titularla como lo que fue. Mi primer instinto fue escribir “intento de abuso”. Pero no fue un intento, fue un abuso con todas las letras. Pude escapar del ataque, pero no pude escapar de la mentalidad patriarcal.

“Vení, putita”: un intento de abuso en el pasillo de Juan B. Justo, en primera persona

La misma mentalidad que se refuerza cuando corren el foco del debate al afirmar: “A los hombres también les da miedo salir a la calle”. Desde ya que tienen miedo. Vivimos en el mismo país, nos atraviesan las mismas situaciones de inseguridad a todos. Pero las mujeres tenemos otros temores adicionales. No se trata de una guerra de géneros, se trata de ser realistas. Sol Ferreyra (más conocida como Sol_Despeinada en Twitter e Instagram), en su brillante columna “Diferencias”, se hizo algunas preguntas atinadas que me permito compartir. Vos, hombre...

¿Tenés miedo de que en la calle se te acerque alguien y te haga algo que a vos no te gusta por tu culo o por tus tetas?

¿Alguna vez alguna mujer o un grupo de mujeres en la calle te gritó algo? ¿Tuviste miedo de que se bajaran del auto, te caguen a trompadas, te metan adentro y te recontra caguen violando?

Las veces que te robaron en la calle, ¿cuántas veces fueron mujeres?

Si estás sólo en la calle y una mujer para su auto y te pide que te acerques para preguntarte algo. ¿Tenés miedo de que se esté masturbando o te muestre la vulva?

¿Cuántas veces de chico o adolescente una mujer te mostró una teta o una vulva en la calle?

Esas mismas preguntas nos hicimos en Instagram. Subimos una historia, abrimos el micrófono y recibimos cientos de respuestas. Mujeres que no se callan más. Mujeres que te cuentan lo que sufrieron en primera persona.

Un tipo se manoseó sus partes y me pasó las manos por la cara.

Fue en un Uber. El chofer me pidió que vaya adelante. En un momento, le pedí que tomáramos otro camino y me dijo riéndose: 'No, no; no me hagas calentar porque te mato, eh. Hoy te mato'. Me quedé petrificada, después me contó que era de la Policía Federal y que lo habían 'retirado'. Que manejaba armas de todo tipo, etc. Llegué a lo de mi abuela llorando y temblando. La pasé muy mal.

Estaba embarazada y se masturbó enfrente mío.

Un hombre se masturbó en frente mío. Estaba caminando por la calle a las tres de la tarde y embarazada de siete meses.

Me preguntó si le quería chupar la pija, así de claro.

Un tipo se bajó los pantalones y me mostró su pene.

Venía caminando con una amiga, un tipo salió del auto y empezó a masturbarse enfrente de nosotras

Cuando tenía 12 años, saliendo de un hospital, un hombre en moto me empezó a seguir y me mostró su pené

Me manosearon en el colectivo

Un tipo me manoseó entera acorralándome contra la pared. Le pegué un rodillazo y corrí.

Me siguió y el tipo me mostró el pene. Se masturbó hasta que pude meterme en un local.

Tenía 12 años cuando un hombre me dijo que me chuparía toda.

Iba caminando, frenó un auto y un tipo se masturbaba mientras me pedía que lo mirara. Yo tenía 16 años.

Un taxista me siguió tres cuadras, no me quería meter en mi casa porque si no este hombre iba a saber dónde vivía. Me metí en otro edificio y él seguía esperando. Pasó media hora y salí de esa entrada que no era la mía para dirigirme a mi casa pensando que el taxista ya no estaba, pero me equivoqué. El tipo estaba en la esquina. Llamé llorando a mis amigos.

Los colectivos son los peores lugares. Hasta con mi hijo me dicen cosas. Ni hablar algunos policías.

Me tocaron las piernas mientras estaba sentada en el colectivo. Salí corriendo, pero no dije nada.

Un auto me siguió varias cuadras, corrí y me tuve que meter en un lugar.

Tenía 16 años, iba a la librería de la vuelta de mi casa y un tipo en bici me mostró su pene.

Me siguió un hombre. Hablaba como si me conociera. Iba con mi hija. Me tuve que meter en un local.

Un hombre me persiguió en el tren, luego se tomó el mismo colectivo e intentó secuestrarme.

Lo peor que me pasó fue que me siga un hombre con intención de violarme cerca de una estación de tren.

Un tipo en bicicleta se subió a la vereda y me tocó las tetas. Se fue tranquilo, quedé en shock.

Un hombre sacó su pene y se empezó a masturbar mientras caminaba por la vereda del frente. Una de miles.

Se detuvo una camioneta a mi lado, se bajaron dos hombres y me quisieron meter en ella.

Después de leer todo esto, ¿pensás que enfrentamos las mismas situaciones a la hora de salir a la calle?

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