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Radiografía de un tabú: cada año, 500 mil mujeres interrumpen sus embarazos

La cifra representa el triple de la población de Tierra del Fuego. Cómo se mide, cómo se hacen y cuánto cuesta interrumpir el embarazo. El rechazo de la dirigencia política y los números de mortalidad materna.

06 Octubre de 2017 18:40
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Por cada minuto que pasa, una mujer aborta en la Argentina. El dato surge de un reciente informe de Amnistía Internacional basado en datos de 2005. Desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito aseguran que son 500 mil interrupciones de embarazos por año, lo que representaría a más del triple de la población de Tierra del Fuego; o más de dos veces la población de Neuquén. Radiografía de un debate histórico en el país.

Las estimaciones varían entre los 370 mil y los 522 mil embarazos interrumpidos por año. Sin embargo, los expertos aclaran que no se trata de una cifra exacta ni precisa, ya que es complejo determinar cuántas mujeres abortaron debido a que en el país aún no existe legislación y se trata de una práctica ilegal. Tomando como base la cifra promedio de 500 mil, cada 24 horas hay 1.369,8 interrupciones; por hora 57 y por minuto 0,95, es decir, casi un aborto cada 60 segundos.

De acuerdo con Amnistía Internacional existen tres cifras, basadas en dos métodos utilizados en el estudio de las investigadoras Silvia Mario y Edith Pantelides para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) entre noviembre de 2005 y marzo de 2006, basado en datos provistos por el Ministerio de Salud, recolectados en el 2000.

Pastillas. Es uno de los métodos más utilizados en la Argentina para abortar.

El estudio se llevó a cabo en base a dos métodos para estimar la cantidad de abortos que se realizan. Una a partir de la cantidad de mujeres que fueron hospitalizadas en el sistema público por complicaciones derivadas de un aborto. Para eso, se utilizan “informantes clave”: médicos, obstetras, enfermeras y proveedores del sistema de salud. En el 2000 hubo 65.735 hospitalizaciones vinculadas a abortos. Las demógrafas concluyeron que por cada aborto que terminó en un hospital público, hubo otros 6,8 casos. Esa estimación indica que hubo 446.998 abortos. Esa cifra daría un promedio de 0,85 abortos por minuto.

El segundo, conocido como “método residual”, compara la diferencia entre la cantidad de nacimientos tomando como referencia el uso de anticonceptivos en el país. Se trata de un método teórico de cruce de datos, que pretende determinar el número de abortos voluntarios a partir de la cifra “faltante” entre los nacimientos esperados y los nacimientos reales. En este caso, hay dos resultados posibles: o 486 mil o 522 mil interrupciones del embarazo.

La directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, Mariela Belski, reconoció que se trata de “una cifra difícil”, aunque remarcó que “es la única que hay en la Argentina”. La inexactitud radica en que en el primer método quedan afuera “muchísimos casos”, de mujeres que fueron atendidas en clínicas o consultorios privados, por lo que quedaron fuera de la estadística, que sólo tomó hospitales públicos. Belski aseguró a BigBang que es “casi imposible” reconstruir las cifras del aborto, debido a las condiciones de ilegalidad.

Una semana atrás se llevó a cabo una masiva movilización para reclamar por la despenalización del aborto. La cifra que difundieron desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito fue de 500 mil abortos por año en la Argentina. “No hay estadísticas oficiales porque no es considerado un problema de salud de las mujeres. Sean 500 mil, 300 mil o 200 mil, son muchísimos y pone en evidencia que es un problema que atraviesa a todas las mujeres de todas las clases sociales”, aseguró Graciela Séneca, de la Campaña, en diálogo con BigBang.

La semana pasada hubo una masiva marcha para exigir la despenalización del aborto.

El debate siempre está vigente en la Argentina. Desde hace años se presentan proyectos en el Congreso que no son debatidos. Durante el Gobierno anterior, Cristina Kirchner se había negado a impulsarlo. Días atrás, y en plena campaña, la ex presidenta y candidata a senadora por Unidad Ciudadana sostuvo durante una entrevista con Víctor Hugo Morales que el debate se dará cuando la discusión sea “en un marco civilizado, sin estigmatizaciones”. “Es imposible discutirlo parlamentariamente si la sociedad no lo ha procesado”, remarcó. Para Séneca, las declaraciones de Cristina no son para propiciar un debate. “Es un tema del que había absoluto silencio”.

En la vereda de enfrente, el candidato a senador por Cambiemos, Esteban Bullrich, marcó su clara postura en contra. En declaraciones a FM Blue, el ex ministro de Educación sostuvo que “Ni una menos también es si hay una beba adentro, la estás matando”, y manifestó que abortar “es quitar una vida”.

Ni bien asumió en el cargo en marzo de 2015, el ex ministro de Salud de la Nación, Daniel Gollán, se había inclinado por debatir la incorporación de consultorías sobre el aborto. El entonces jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, le bajó el pulgar y descartó que el tema estuviera en la agenda. En diálogo con BigBang, el médico sanitarista y ex ministro insistió en dar el debate. “El Estado debe actuar y poner orden por encima de fundamentos religiosos o morales”, aseguró Gollán.

Según los datos difundidos por Amnistía Internacional, en la Argentina hay 500 mil abortos al año.

QUÉ DICE LA JUSTICIA

Si bien no existe un marco legislativo, en términos jurídicos hay una serie de elementos que permitirían acceder a un aborto legal en el país: en primer lugar, el artículo 86 del Código Penal señala que la interrupción no es ilegal si se lleva a cabo por un médico, con el consentimiento de la mujer y si se hizo para:

“Evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros medios”.

“Si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente. En este caso, el consentimiento de su representante legal deberá ser requerido para el aborto”.

Pero además, un fallo de la Corte Suprema de Justicia de 2012, conocido como “F.A.L”, sienta jurisprudencia reciente para los casos de violación. Los jueces del máximo tribunal ordenaron al Estado a crear un protocolo de abortos no punibles, para “remover todas las barreras administrativas o fácticas al acceso a los servicios médicos”.

Según Belski, ocho de las 25 jurisdicciones aplicaron un protocolo de atención, que le indica cómo deben actuar a los médicos. En todos los casos, el límite para realizar el aborto son las 12 semanas de gestación del embarazo. “Un embarazo con riesgo para la salud es legal: se entiende 'salud' en el sentido más amplio, puede ser físico o psíquico”, detalló. “Hay provincias que dictan protocolos que incluyen requisitos que hacen la práctica mucho más imposible y no respetan el fallo de la Corte, y hay ocho jurisdicciones sin ningún protocolo”, remarcó la directora de Amnistía Internacional.

El artículo 88 del Código Penal establece penas de uno a cuatro años de cárcel para la mujer que provocara su propio aborto, o “consintiere” en que otro se lo causara.

El límite son las 12 semanas de gestación.

MÉTODOS Y COSTOS

La mayoría de las interrupciones de embarazo en la Argentina se realizan mediante el misoprostol, un medicamento que originalmente era utilizado para tratar úlceras, pero que en mayores dosis tiene efectos abortivos. “En las farmacias no se vende así nomás, pero sí se consigue en el mercado negro. Necesita acompañamiento médico, porque a veces el aborto es incompleto y requiere un raspado uterino”, señaló Belski.

Para Gollán, las cifras más bajas de aborto en la Argentina indican que hay 350 mil. “Los que más dicen, hablan de 500 mil. La enorme mayoría de esos abortos se hacen pagando, se cobra muy caro”, sostuvo el ex ministro a BigBang. De acuerdo a la agrupación Economía Feminista, un aborto puede valer entre $10.000 y $17.000. “Las pastillas de misoprostol cuestan más de $2.500”, señalan.

MORTALIDAD MATERNA

El dato de la ilegalidad no es para nada menor. En 2013 hubo 245 muertes de mujeres por causas vinculadas al embarazo, de las cuales 50 fueron producto por embarazos que finalizaron en abortos, lo que representa un 20 por ciento. La tasa de mortalidad materna, según los últimos datos, es de 3,9 por cada 10 mil nacimientos.

En Uruguay, donde el aborto está legislado, la cifra se redujo a 0 por ciento. Gollán detalló que en el país vecino, de cada 10 consultorías vinculadas a interrupción de embarazo, tres desistían de abortar: “El Estado resolvía su situación de violencia familiar, o problemas sociales. El efecto es inverso a los que argumentan en contra: si no se hace consultoría, 10 de cada 10 lo harían, pero sin ningún tipo de medida de seguridad”.

Un dato, más que llamativo: la cifra de abortos es apenas inferior a la cantidad de nacimientos. El año pasado, en todo el país y de acuerdo a información del Ministerio de Salud, hubo 700.040 nacimientos vivos.

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