El histórico Mercado de San Nicolás (Av. Córdoba 1750) lleva más de un siglo de historia desde sus inicios como feria callejera en 1905. Condensado y reacomodado luego de su mudanza bajo techo en los años '40, ahora acaba de ser reinaugurado luego de una reforma.
Las obras comenzaron en febrero de 2018 e incluyeron la refacción de techos y estructuras metálicas, construcción de nuevos sanitarios, pisos, revestimientos e instalaciones de gas, agua y electricidad.
El cambio ya puede verse desde la vereda. El mercado sumó un imponente y colorido mural además de un nuevo cartel, intentando sortear el impedimento a la vista de la fachada que impone el cantero con vallas erigido enfrente. Se agregó también iluminación nocturna.
Adentro, los puestos incluyen una frutería y verdulería, una fiambrería, una pescadería, una quesería, una rotisería, un kiosco, dos carnicerías y dos pollerías. Pero, además, se sumaron varios locales gastronómicos al paso: hay puestos de La Dorita (parrilla), Hell's Pizza (pizza estilo norteamericano), Malvón (pastelería y sándwiches), Tostado (cafetería), Joe's Burgers & Chivitos (hamburguesas y sándwiches, Ice Roll Argentina (helados al estilo tailandés) y Yeka Sushi.
Detrás de la meta de vender productos de calidad poniendo como intermediarios a comerciantes bien entrenados hay también una serie de acciones que apuntalan, como la de capacitar a los comerciantes o la de incluir la presencia de una nutricionista dentro del personal del mercado para asesorar a los clientes.
Vale recordar que, de 80 mercados que existían en Buenos Aires antes de los '90 actualmente sólo hay tres bajo control del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires: el de San Nicolás, el también recientemente remozado Mercado de Belgrano y el de Bonpland: el del Progreso y el de San Telmo son privados aunque reciben asesoría estatal.
Y la meta a alcanzar es ciertamente ambiciosa: el subsecretario de Bienestar Ciudadano, Héctor Gatto, declara que el sueño es el de un mercado por cada uno de los 48 barrios porteños.