A principios de junio el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, a cargo de Elizabeth Gómez Alcorta, presentó el informe de la gestión llevada adelante entre 2020 y 2022. Además de enumerar las políticas realizadas en los dos primeros años del Gobierno de Alberto Fernández, también se detallaron algunos resultados de las principales medidas, se hizo un balance de lo hecho y se plantearon los desafíos que quedan por delante.
Entre los proyectos mencionados, uno de ellos es el Programa de Fortalecimiento para Dispositivos Territoriales de Protección Integral (DTPs) de Personas en Contexto de Violencia por Motivos de Género, el cual se creó con el objetivo de transferirle recursos a refugios, hogares y casas de medio camino para refacción, ampliación y equipamiento.
Si bien no todos los ciudadanos están al tanto de que existen estos centros que alojan a mujeres, sus hijos y LGTBI+, lo cierto es que hace años que muchos de ellos existen y que por un tiempo resultan ser el hogar de quienes necesitan salir del contexto de violencia.
Aunque algunos hogares mantienen en reserva su dirección y están ubicados en lugares donde no llaman la atención para resguardar a las víctimas, a otros se puede acceder con mayor facilidad y manejan un funcionamiento semi abierto para quienes allí viven.
Los números
Desde el ministerio de la Nación mencionaron que durante estos dos años se financiaron en todo el país 27 proyectos de fortalecimiento de refugios, hogares y casas de medio camino en las localidades de Almirante Brown, Avellaneda, Berisso, Exaltación de la Cruz, General La Madrid, Hurlingham, Itunzaingó, Junín, Lomas de Zamora, Mercedes, Partido de la Costa, Punta Indio, San Martín y Trenque Lauquen (Buenos Aires), San Fernando del Valle de Catamarca (Catamarca), Comodoro Rivadavia y Rawson (Chubut), Pilar (Córdoba), Diamante, Gualeguay, Gualeguaychú y San José de Feliciano (Entre Ríos), Cutral Có y San Martín de los Andes (Neuquén), Catriel (Río Negro), Colonia Belgrano (Santa Fe) y Bella Vista (Tucumán).De igual modo, se entregó equipamiento a 37 hogares, refugios y casas de medio camino. Al hablar de violencia de género se está haciendo mención a muchas variantes que afectan esta problemática. No sólo tiene que ver con los femicidios, transfemicidios y travesticidios; sino que también está relacionada con la economía del cuidado, los prácticas sociales arraigadas, la dependencia económica, la ausencia de educación y la existencia de desigualdades que requieren un abordaje integral de la cuestión.
Así, del presupuesto brindado al ministerio para el 2021, que fue de $17.582.800.000 y el de 2022 que es de $17.600.000.000, del cual ya se ejecutó el 73.32%, una parte de ambos estuvo destinada al mejoramiento de estos centros y a la creación de nuevos proyectos para seguir construyendo estos espacios.
En este sentido, desde el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Géneros y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires aclararon a BigBang que todavía no cuentan con las estadísticas que informan la cantidad de personas que entraron a estos refugios en los últimos años ni tampoco cuántas viven hoy en esos dispositivos, aunque se está trabajando para conseguirlo.
"Los números que disponemos solo son de algunas de las situaciones en las que se intervino, con lo cual es un numero que no seria representativo. Está en proceso de implementación un sistema de registro a nivel provincial", explicaron.
Los refugios en la Provincia: quiénes viven y por cuánto tiempo
"Nosotros hablamos de Dispositivos Territoriales de Protección Integral porque en toda la Provincia hay espacios que tienen distintas características. Algunos tienen que ver con alojar a personas que han atravesado violencias extremas, otros con alojar personas que sufrieron situaciones de riesgo moderado", explicaron desde el ministerio provincial.Por lo general, además de proteger a las personas en situación de violencia, también se las asesora legalmente y se le brinda conocimientos sobre sus derechos y posibilidades. De hecho, existe una guía de Actuación de la Red Provincial de Dispositivos, la cual marca la diferencia entre los distintos centros que hoy funcionan en Buenos Aires, el tiempo general de permanencia de quienes allí viven y los motivos por los que esas personas fueron ingresadas en esos centros.
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Según esta guía, desde la Subsecretaría de Políticas Contra las Violencias por Razones de Género de la Provincia se controla la Red de Dispositivos Territoriales de Protección Integral para mujeres y LGTBI+ que se encuentren en situación de violencia por razones de género. Dentro de ellos, hay tres tipos.Hogares de Protección IntegralEstos establecimientos están pensados con el objetivo del resguardo y el cuidado de las víctimas que atraviesan situaciones de violencia por razones de género que sean evaluadas como de alto o altísimo riesgo. En el primer caso se trata de la existencia de una frecuencia semanal de los hechos de violencia y/o provocadores de daños graves que afectan a la salud y seguridad de quienes las sufren (amenazas de muerte, agresiones físicas, maniobras de estrangulamiento, utilización de armas); y en el segundo se habla de una frecuencia diaria y/o generadores de daños gravísimos: lesiones físicas que dejan secuelas y/o impedimentos físicos, marcas corporales que acarrean consecuencias de índole psicológica que de modo manifiesto limitan la vida de las víctimas en cualquier ámbito en que ellas se desempeñan, situaciones de trata o prostitución forzada.
Por esto mismo, las características del lugar corresponden a una institución cerrada y la permanencia para las mujeres y LGTBI+ alojadas es por un período breve de tiempo. En general, si bien dependerá de cada situación particular, se recomienda que las personas no pasen más de un período de 90 días.
Estos hogares brindan servicio todos los días de la semana las 24 horas. Las salidas no están permitidas normalmente, pero si fueran estrictamente necesarias, se debe garantizar su protección.
Casas AbiertasEl objetivo es permitirle a la persona un armado de un nuevo proyecto de vida y son espacios para la intervención ante situaciones de violencia por razones de género con un nivel de riesgo medio o bajo. La primera situación no supone un riesgo para la vida, pero sí afecta su bienestar (desalojos, pérdidas de trabajo, pérdidas de lazos afectivos, etc.) y su salud (insomnio, problemas de ansiedad, etc.). El riesgo bajo supone una frecuencia esporádica de las violencias y/o daños leves.
"Las Casas Abiertas ofrecen alojamiento y la posibilidad de ser acompañadas por un equipo interdisciplinario (integrado por profesionales de la psicología, el trabajo social y el derecho), cuyo objetivo es constituirse en un facilitador del camino de salida de las violencias, la deconstrucción de los vínculos violentos y la construcción de autonomía en sentido amplio", indica la guía realizada por el ministerio provincial.
De este modo, la estadía dependerá de cada caso, pero se recomienda pasar no más de un periodo de 12 meses. A diferencia de los Hogares de Protección Integral, en este caso el funcionamiento es semi abierto, ya que hay una flexibilidad para las salidas (laborales, educativas, vinculares, recreativas, etc.) del hogar, de las mujeres y LGTBI+ y sus hijos.
Albergues, pensiones y hoteles para riesgo bajoEstán pensados para estadías muy cortas a la espera de la respuesta planificada. Puede ser, por ejemplo, el otorgamiento de medidas o el traslado a otro punto geográfico donde cuente con redes. En general las personas pasan allí entre 3 y 5 días y es para quienes están atravesando una situación de violencia, sin riesgo en la actualidad.
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Estos tres tipos de dispositivos están pensados para ayudar a mujeres y LGTBI+ que viven situaciones de violencias por razones de género. Como requieren protección y seguridad para poder salir de esas violencias y en general no cuentan con otro espacio de resguardo dentro de sus vínculos más cercanos, pueden empezar su nuevo camino dentro de estos establecimientos. Sin embargo, es importante saber que siempre se los considera como la última opción dentro de las estrategias de intervención posibles.Cómo se solicita una vacante en los hogares y refugios
Las solicitudes de ingreso a los Dispositivos de Protección Integral deben realizarse a través del área de género municipal, área del estado provincial, nacional o de la organización que actúa en el territorio, y que interviene en el acompañamiento de cada situación de mujeres y LGTBI+ víctimas de violencia por razones de género.
Tal como indica la guía, "el equipo interviniente solicitante de la vacante deberá contactarse con el equipo técnico de la Red de Dispositivos Territoriales de Protección Integral, por correo electrónico a la casilla: [email protected] remitiendo por este medio la ficha personal y de evaluación de riesgo, y un informe de situación que describa la situación de la persona, y las estrategias para el egreso".
Si la persona es aceptada, se gestiona la vacante y se informa al equipo interviniente poniéndolo en contacto con la Coordinación y/o el Equipo técnico del DPI dónde será alojada. Deberá ingresar con un plan de trabajo armado junto a un equipo interdisciplinario interviniente, en el que se detalle cuáles son las estrategias a trabajar, delimitando responsabilidades, plazos y tareas, para que durante su estadía se resuelvan los conflictos que tiene.
Luego el equipo profesional, junto con las mujeres y LGTBI+, diseñarán las estrategias de egreso. La salida del Dispositivo de Protección Integral puede suceder por los siguientes motivos: el haber alcanzado los objetivos propuestos en función de la estrategia de egreso planteada para cada situación en particular; el incumplimiento del reglamento interno por parte de la persona alojada o por decisión propia.