La mañana posterior al casamiento de Lionel Messi y Antonella Roccuzzo muy probablemente fue complicada para Luis Suárez y su resaca. Pero peor la pasó la estatua del delantero uruguayo que adorna una esquina de su ciudad natal, Salto.
La estatua de Suárez, derribada por un vándalo.
Es que la efigie amaneció tirada en el suelo luego de haber sido arrancada de cuajo. Y una curiosa nota escrita apareció en el lugar del hecho.
El cartel que algún transeúnte dejó en broma al pie de la estatua.
"Me fui a la boda de Messi, vuelvo pronto", podía leerse en el papel firmado con el nombre y apellido de Suárez, que alguien dejó como broma luego de que la estatua fuera retirada del lugar para ser reparada.
Por el acto vandálico fue detenido un hombre cuya identidad no trascendió, pero que supuestamente habría estado alcoholizado al momento de arrancar la estatua.
Luego de prestar declaración a la policía y que sus datos quedaran registrados, el vándalo recuperó la libertad por disposición de la jueza de turno.