Rusia anunció este viernes que destruyó una fábrica de armas a las afueras de Kiev e informó que la ofensiva contra la capital ucraniana se intensificará en respuesta a "ataques terroristas y sabotajes perpetrados en territorio ruso".
"El número y la magnitud de los ataques con misiles en lugares de Kiev aumentarán en respuesta a todos los ataques de tipo terrorista y a los sabotajes perpetrados en territorio ruso por el régimen nacionalista de Kiev", anunció el portavoz del Ministerio de Defensa, Igor Konashenkov.
El funcionario detalló que durante las últimas horas destruyeron una fábrica de misiles tierra-aire a 30 kilómetros de la capital ucraniana, consignó la agencia de noticias AFP. Se trata de la empresa Vizar que produce los misiles Neptune, el mismo tipo de armamento con el que los ucranianos aseguran haber atacado el "Moskva".
Rusia informó de una explosión en su buque insignia tras un incendio que no afectó a su tripulación de más de 500 hombres y luego confirmó el naufragio, en lo que representa un importante revés para sus fuerzas.
El jueves, los gobernadores de dos regiones rusas, fronterizas con Ucrania, acusaron al gobierno de su país vecino de bombardear dos pueblos en territorio ruso, Klimovo y Spodariushino, ataques en los que hubo 7 heridos, entre ellos un bebé.
Según Kiev, son los servicios secretos rusos los que ponen en práctica "ataques terroristas" en esa región para alimentar la "histeria antiucraniana" en Rusia.
En el este de Ucrania, en la región del Donbass, Donetsk continúa siendo escenario de combates "en toda la línea del frente", en los que murieron tres personas y otras siete resultaron heridas, según la presidencia ucraniana.
Otra zona separatista, Lugansk, fue blanco de 24 bombardeos, que causaron dos muertos y 10 heridos, según la misma fuente.
Por otro lado, la fiscalía general ucraniana informó este viernes que siete civiles murieron y 27 resultaron heridos en un ataque atribuido a los rusos contra un micro que evacuaba personas de la región de Jarkov, también en el este.
Uno de los puntos más calientes de la guerra sigue siendo Mariupol, un puerto estratégico del mar de Azov asediado desde hace más de 40 días por el ejército que comanda el Kremlin.
Según el portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano, Oleksandr Motuzyanyk, en las últimas horas las fuerzas rusas atacaron Mariupol con misiles de largo alcance, utilizando este recurso por primera vez desde que comenzó la guerra.
El vocero también dijo que continúan los combates callejeros, como por ejemplo en la siderúrgica Illich, cerca de la localidad, aunque Moscú asegura que esa zona está bajo control de sus soldados.
La conquista de Mariupol sería una victoria importante para las fuerzas rusas, ya que les permitiría consolidar su posición en el mar de Azov, uniendo el Donbass y la península de Crimea, que Moscú se anexó en 2014.
En cuanto a las reacciones internacionales, el papa Francisco aseguró este viernes que el conflicto "golpea mucho" a Europa y como gesto simbólico invitó a una familia rusa y otra ucraniana a participar juntas del tradicional Vía Crucis en el Coliseo romano, como parte de las celebraciones de Pascua.
Por otra parte, el vicecanciller de Alemania, Robert Habeck, abogó por enviar más armas a Ucrania, al argumentar que el país "no debe perder" la guerra y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, "no debe" ganarla.
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Estas declaraciones se producen en momentos en que la Unión Europea (UE) debate sobre qué tipo de armamento es conveniente enviar a las fuerzas ucranianas.