A doce días del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, la tercera ronda de conversaciones en busca de una solución pacífica no estuvo "a la altura de las expectativas de Moscú". La frase le pertenece a Vladimir Medinsky, el representante ruso en esa mesa de negociación, quien agregó: Esperamos que la próxima vez podamos lograr un avance más significativo".
Tras las negociaciones que se desarrollaron en Bielorrusia, desde Ucrania manifestaron que "hubo pequeños avances positivos en la mejora de la logística de los corredores humanitarios". El jefe de la Oficia de Presidencia de Ucrania, Mijailo Podoliak sostuvo que durante la reunión con la delegación rusa se trató aspectos relacionados con el "alto el fuego" y las "garantías de seguridad".
De la segunda ronda surgió el supuesto compromiso común de abrir corredores humanitarios para permitir la evacuación de civiles y la llegada de ayuda a zonas en riesgo, pero en los últimos días fracasaron varias iniciativas de este tipo y las dos partes se acusaron mutuamente de incumplir lo pactado. Mevlut Cavusoglu, el ministro de Relaciones Exteriores turco, anunció que el jueves se reunirá con sus homólogos ruso y ucraniano, Serguéi Lavrov y Dmytro Kuleba respectivamente.
La reunión se llevará a cabo en Antalya (sur), en el que sería el primer encuentro entre ambos responsables desde que empezó la guerra. Turquía organizó un foro diplomático de tres días al que invitó al jefe de la diplomacia rusa, quien confirmó su presencia el pasado fin de semana, según el gobierno turco, que también quería convencer a su par ucraniano Dmytro Kuleba.
La cita fue confirmada por Moscú, y el portavoz del Ministerio ucraniano de Relaciones Exteriores, Oleg Nikolenko, quien se limitó a indicarle a la agencia de noticias AFP que "se contempla la posibilidad de ese encuentro". "A raíz de la iniciativa de nuestro presidente y de nuestros intensos esfuerzos diplomáticos, los ministros de Relaciones Exteriores de Rusia y de Ucrania han decidido reunirse con mi participación", explicó Cavusoglu en un tuit.
De acuerdo con Dmitry Peskov, portavoz de Vladimir Putin, Rusia le exigen a Ucrania que cambie su constitución para consagrar la neutralidad, reconozca a Crimea como territorio ruso y a las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk como territorios independientes. De acuerdo con el funcionario, Rusia le había dicho a Ucrania que está dispuesta a detener su acción militar "en un momento" si Kiev cumplía con sus condiciones.
Según Peskov, las condiciones del Kremlin son conocidas por Ucrania e insistió en que Rusia no busca hacer más reclamos territoriales sobre el país vecino: “Se les dijo que todo esto se puede parar en un momento. Realmente estamos terminando la desmilitarización de Ucrania. La terminaremos. Pero lo principal es que Ucrania cese su acción militar. Deben detener su acción militar y entonces nadie disparará”, dijo.
En diálogo con Reuters, resaltó que Ucrania debería "hacer enmiendas a su constitución según las cuales Ucrania rechazaría cualquier objetivo de ingresar a cualquier bloque (se refiere puntualmente a la OTAN). También hemos hablado sobre cómo deberían reconocer que Crimea es territorio ruso y que deben reconocer que Donetsk y Lugansk son estados independientes. Y eso es todo. Se detendrá en un momento”.
Turquía, miembro de la OTAN y aliada de Ucrania, también mantiene una relación cercana con Rusia. Desde el principio del conflicto, ha intentado estar en contacto con ambos países. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, habló el último por teléfono con su par ruso, Vladímir Putin, a quien le reclamó un "alto el fuego general urgente" en Ucrania y la apertura "urgente" de corredores humanitarios.
El jefe de diplomacia europea, Josep Borrell, remarcó días atrás que de seguir la guerra, hasta cinco millones de refugiados podrían llegar a Europa. "Si los bombardeos siguen, si continúan los bombardeos de las ciudades de manera indiscriminada, se puede esperar hasta cinco millones de exiliados", precisó y aclaró que según el último balance de la ONU, más de 1,7 millones de personas huyeron desde el lanzamiento de la invasión rusa el 24 de febrero.