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Ruta del dinero K: Elaskar quiere ir a juicio oral cuanto antes

El ex dueño de SGI tiene "problemas en el cerebro".

22 Noviembre de 2016 13:48
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Hubo un tiempo en el que Federico Elaskar soñó con vestir mocasines Louis Vuitton y camisas Ralph Lauren, beber whisky Johnnie Walker y champagne Möet, fumar habanos importados y recorrer la costa de Miami abordo de una Ferrari 430. Para eso, Elaskar decidió acelerar su carrera: dejó su cómodo trabajo en Vademecum SA, una empresa de su padre, Marcelo Emilio, que quebraría en el 2011, y con sólo 23 años fundó en el 2007 SGI Argentina SA con la que finalmente pudo alcanzar esa vida de lujos.

La Justicia declaró la quiebra de Federico Elaskar.

Sin embargo, casi diez años después, el titular del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial n°2, Fernando Pennacca, declaró el viernes la quiebra de Elaskar por su deuda con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). De hecho, un allegado le confió a BigBang que el financista había solicitado su propia quiebra para empezar de nuevo: "Ahora no le debe nada a nadie".

Fariña lavaba plata de Báez en "La Rosadita".

Su padre tampoco pudo evitar que Vademecum SA, con 12.000 empleados en 45 sucursales en todo el país, quebrara por sus deudas impositivas. Federico no puede desde el 2014 realizar operaciones bancarias, disponer de sus bienes ni salir del país. De todas maneras, el allegado minimizó: "El financiero es el menor de sus problemas".

Es que el imputado en la "Ruta del dinero K", a partir de los Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS) por el supuesto lavado de dinero que Leonardo Fariña, por pedido de Lázaro Báez, realizaba a través de "La Rosadita", tiene un "problema dentro del cerebro", está bajo tratamiento psicológico y depende de la plata de su madre para sus necesidades.

"Jorge Lanata se aprovechó, pero la película no terminó", recordó el allegado sobre la irrupción de Elaskar en el 2013 en Periodismo Para Todos (PPT) para revelar parte del entramado societario del empresario patagónico que desde entonces investiga el juez federal Sebastián Casanello. Por eso, aseguró: "Federico quiere que la causa sea elevada lo antes posible a juicio oral".