La investigación encabezada por la jueza María Eugenia Capuchetti determinó en las últimas horas, a partir de las imágenes de las cámaras de seguridad que se analizaron, que en el lugar donde ocurrió el atentado contra Cristina Fernández de Kichner, se encontraba también Brenda Uliarte, la pareja del hombre que gatilló dos veces frente al rostro de la vicepresidenta.
La novia de Fernando Andrés Sabag Montiel había declarado en diferentes oportunidades que no había visto al agresor desde hacía 48 horas, algo que se demostró como falso a partir de la reconstrucción del día en las cámaras de seguridad. De este modo, la mujer fue detenida en una estación de tren el domingo por la noche.
Antes había dado el viernes una entrevista en el canal de televisión Telefé donde se presentó como "Ámbar" y se quejó de que habían secuestrado sus pertenencias en el marco de un allanamiento. "La verdad no encuentro explicación, yo no pensé que era una persona así, estoy perpleja como todos ustedes", aseguró y añadió que la imagen que tenía de Sabag Montiel era de "una persona copada, que hace chistes, amoroso, era buena persona".
El ADN incriminatorio
Por otro lado, la Justicia federal recibió este lunes los resultados de un informe pericial que determinó el hallazgo de ADN de Fernando André Sabag Montiel en la pistola Bersa calibre 32 que se secuestró en el mismo lugar donde se lo detuvo la semana pasada, después de que intentara dispararle a CFK.
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El descubrimiento aleja de modo definitivo las versiones que ponían en duda la reconstrucción del hecho y que afirmaban que el arma secuestrada no era la que se veía en los videos en manos del atacante.La información fue confirmada por fuentes de la investigación, que detallaron que los rastros aparecen en el gatillo, el cargador y la empuñadura, por lo que el peritaje se convirtió en un elemento más (independientemente de las fotos y los videos) que ratifica que fue Sabag Montiel quien empuñó el arma.
La confirmación de que era su mano la que cargaba el arma ya se había logrado, además, a través de un análisis de los tatuajes que se observan en el video del día del hecho, en comparación con aquellos que se ven en las fotos que el imputado había subido en redes sociales durante los últimos años.
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Los testimonios que complican a los acusados
En cuanto al avance de la investigación, los vendedores de algodón de azúcar, amigos de los detenidos Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, estuvieron declarando ante la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo, hasta entrada la noche de ayer.En sus testimonios habrían complicado aún más a sus compañeros de trabajo, según detallaron algunas fuentes judiciales, aunque la información no es del todo precisa al estar la causa bajo secreto de sumario. Los primeros cuatro realizaron su declaratoria durante la tarde de ayer, y el último de ellos más cerca de la noche.