A seis días de que se cortara todo tipo de comunicación con el submarino ARA San Juan, continúan los operativos de búsqueda con apoyo de embarcaciones de siete países, los familiares mantienen la esperanza de que los 44 submarinistas se encuentren sanos y a salvo. El psicólogo que los asiste aseguró que “saben que puede pasar lo peor”. La Armada informó que se están rastrillando una nueva área, equivalente al doble del tamaño de la Capital Federal.
Los familiares coinciden en que son horas de espera. Para Jorge Villarreal, padre del jefe de operaciones de submarino, “al no saber nada, vamos por lo positivo”. Sin embargo, reconoce que la mayor angustia es porque se desconoce la ubicación exacta, pero además por las malas condiciones climáticas, que hasta hace unas horas complicaban la búsqueda.
El ARA San Juan permanece desaparecido desde hace seis días.
De todos modos, la esperanza de los familiares es que el submarino se encuentre en navegación. “Creemos que ellos vienen navegando o haciendo una maniobra para sobrellevar esa situación”, aseguró Villarreal, en declaraciones a radio Mitre. En esta línea, sostuvo que los familiares reciben información de manera constante, antes que circule en los medios.
Ayer hubo una esperanza cuando se reveló que un barco estadounidense había detectado ruidos que podrían provenir del submarino. Horas más tarde, la Armada descartó esa versión. Para Villarreal, “en ningún momento generaron falsas expectativas y nos brindaron ni bien supieron la información correcta”.
“Llevan más de treinta días de misión, él nunca había referido que había problemas en el submarino y siempre antes de salir hacen una revisión muy completa”, remarcó Villarreal respecto a la última conversación con su hijo antes de que el ARA San Juan emprendiera regreso a la Base Naval de Mar del Plata desde la ciudad de Ushuaia. Sin embargo, guarda la esperanza: “El submarino es una caja de sorpresa y puede aparecer en cualquier momento”.
El psicólogo de los familiares explicó que "internamente saben que puede pasar lo peor".
Lo cierto es que el Ministerio de Defensa dispuso la contención de los familiares de los 44 submarinistas. Uno de los psicólogos que los atiende, Víctor Duga, señaló que “internamente saben que puede pasar lo peor”, aunque “en general tienen mucha esperanza”.
En declaraciones a Mitre, el especialista explicó que se trata de un equipo integrado por cinco psicólogos y un psiquiatra, que trabajan con alrededor de unos ochenta familiares de los submarinistas. “La idea es trabajar desde lo grupal en un primer momento, tratando de conocernos, de quebrarnos, de que se suelte la gente. Después la contención se hace cara a cara: estar con ellos, constantemente buscando todo lo que sea una esperanza”, agregó el jefe de Psicopatología del Hospital Naval Pedro Mayo.