Trabajadores de la cadena de heladerías Cremolatti revelaron que la empresa les pidió que se anotaran en el IFE para pagarles con esos 10 mil pesos una parte del sueldo. El hecho sucedió en una sucursal de la provincia de Córdoba, donde los empleados estaban en negro, y por ende figuraban como "sin ingresos" en los registros de la ANSES. La situación fue denunciada por el programa televisivo ADN, que mostró capturas de pantalla y audios de diálogos con los empleados.
Según explicaron los empleados al programa, la mitad de los trabajadores de una sucursal ubicada en Bv. San Juan al 500, en pleno centro de la ciudad de Córdoba, no están inscriptos. Varias de las sucursales de Cremolatti tienen un mismo dueño: el empleado Germán Rocca.
En las capturas de pantalla exhibidas durante el programa, uno de los socios de Rocca, Emanuel Rossi, le explica a los trabajadores cómo hará la empresa para pagar sus sueldos. "Hagan la inscripción en el plan del Anses para ver si son o no beneficiarios, ya que ese monto formará parte de su sueldo", les explica, con absoluta naturalidad. Y la misma empresa que tiene a sus empleados en negro y que quiere usar el IFE para pagar los sueldos de sus empleados les informa que las horas no trabajadas -es decir, desde que empezó la cuarentena- se pagarán al 40 o 50 % de su valor.
"Ahí les mando los cronogramas para consultar por el subsidio de los 10 mil pesos para que se los manden a los empleados por fecha. Voy a necesitar de cada uno la captura de pantalla con la aceptación o la negativa", dice una voz que sería la de Germán Rocca, en un audio destinado a su socio, Rossi, que este último reenviara a sus empleados.
La avivada de la empresa le permite usufructuar un beneficio del Estado para pagar los sueldos, a pesar de tener a sus empleados en negro. Al mismo tiempo, descuenta horas de trabajo, mientras les informa a los empleados que "por ley se nos otorga por empleado una suspensión de 75 días sin goce de sueldo, pero no queremos llegar a eso, ya que entendemos que todos debemos subsistir y sobrevivir a esta crisis". El hecho no es sólo una defraudación doble al Estado (por tener a los empleados en negro y pagarles con fondos destinados para otro fin) sino que además les impide a otros integrantes del grupo familiar cobrar un ingreso que tal vez sí les correspondería.