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Saqueo y asaltos: el drama de los afectados por el temporal en Comodoro Rivadavia

El agua comienza a bajar y los autoevacuados vuelven a sus casas. La pesadilla de perderlo todo

04 Abril de 2017 09:33
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El azote de las intensas precipitaciones provocaron más de cinco mil evacuados en diferentes puntos de Comodoro Rivadavia y aún hay viviendas inundadas por el temporal de lluvia que la última semana destruyó a gran parte de la ciudad. Pero al dolor y la angustia que generó el temporal se le suma la ola de la delincuencia.

El barrio Juan XXIII, en la zona sur, es uno de los más afectados. Muchos vecinos se autoevacuaron en las horas más críticas y entre los que enfrentaron la pérdida de casi todos sus bienes por el daño del agua, también se registraron víctimas de la inseguridad.

Sonia llora sin consuelo.

"No me dejaron ni las monedas", se lamenta con angustia. Se trata de Sonia Cadin Paredes vive junto a su marido y su hijo de capacidades especiales en el corazón de la zona sur de dicha localidad de Chubut.

Por la crecida del agua debieron autoevacuarse por la inundación de su casa. Se refugiaron en la casa de unos familiares hasta que mejoró la situación. Pero cuando regresó a su vivienda se encontró con una desagradable sorpresa: un grupo de delincuentes le robaron los dos televisores amurados a la pared que se salvaron del agua. 

"No me dejaron ni las monedas

La mujer no podía más de la angustia. En diálogo con el diario El Patagónico pidió ayuda. "Necesito ayuda, tengo un niño especial y mi marido está operado de hernia, hizo fuerza y se le abrió. Estoy sola", dijo sin poder dejar de llorar. 

Asimismo, la damnificada contó que no tiene alimentos ni vestimenta. "Perdimos comida, perdimos todo... más; encima los chorros me robaron mi tele, lo sacaron de acá y se llevaron mi dinero. No me dejaron ni las monedas, sólo este peso quedó", agregó mientras señalaba una moneda que había quedado en el barro. 

La postal de uno de los peores momentos de Comodoro Rivadavia. 

Los amigos de la familia la ayudaron a poder desagotar la casa que estaba cubierta completamente de agua. La calle en la que se ubica la casa está completamente tapada por el barro e incluso se hace difícil hasta caminar con botas especiales. 

"No doy más, necesito ayuda, una camión, máquina, gente que me ayude, palas", sentenció acongojada, pero con la esperanza de recibir colaboración para que pueda volver con su esposo e hijo a su casa. 

SAQUEOS EN LOS COMERCIOS

La grave situación de los robos no es nueva. Días atrás, cerca de 30 personas se organizaron para saquear algunos de los comercios del barrio Pueyrredón que se encontraban cerrados ante la acumulación de lodo que habían sufrido con la inundación.

Los saqueadores improvisados cruzaron con el agua hasta la cintura hacia una carnicería, rompieron las persianas, los vidrios y las puertas e ingresaron para llevarse gran cantidad de corderos, lechones y todo tipo de cortes de carne y bebidas. 

La vuelta a casa y la angustia por perderlo todo. 

Los delincuentes aprovecharon que el personal policial de la Seccional Quinta no podía llegar hasta el lugar por la inundación y porque estaban abocados a rescatar a las anegados en el Juan XXIII. Los vecinos dieron aviso de la situación y la policía se acercó lo que más pudo con los patrulleros y luego continúo a pie, con el agua has las rodillas para poner en resguardo un supermercado que los delincuentes planeaban robar en masa.

Luego, los saqueadores se introdujeron también en una panadería y a otros comercios del sector y lograron escapar cuando llegaron los primeros efectivos policiales. 

Cerdos al hombro: la imagen habla por sí sola.

Una fotografía que se difundió públicacmente muestra a los delincuentes corriendo hacia el corazón de las 1008 Viviendas con los corderitos y lechones en sus hombros.

Asimismo, en otra carnicería cercana cuatro delincuentes ingresaron a la fuerza: rompieron el candado de ingreso y se llevaron gran cantidad de carne. 

ROBARON LA CASA DE UN POLICÍA

Durante las noches, algunos vecinos se turnaban para cuidar las casas. Pero tampoco fue suficiente para evitar ser asaltado. Como es el caso del agente de policía que sufrió un saqueo en su propia casa, mientras vigilaba desde la planta alta. Un grupo de delincuentes en medio de la oscuridad de la noche se metieron a su propiedad.

El oficial dio la voz de alto, pero los delincuentes no se detuvieron. Al cabo de los minutos y luego de tomar algunos objetos de la planta baja, se marcharon. El policía avisó a sus compañeros pero fue en vano. Pese a que intentaron llegar al lugar, la zona estaba intransitable.

Como en este caso, y en tantos otros, los agentes de seguridad sufrieron momentos de angustia y mucha impotencia debido a que se dificultó su tarea de poner al resguardo a muchos vecinos ante los que aprovechaban para robar, en uno de los momentos más caóticos que le tocó enfrentar a la población de Comodoro Rivadavia. 

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