El joven argentino que volvió al país el jueves desde Uruguay a través de Buquebus luego de que le diera positivo un test de coronavirus será indagado pronto por el juez federal Luis Rodríguez.

La instancia se realizará a través de videoconferencia cuando los médicos de Prefectura dispongan que el estado de salud del acusado, aislado en el Sanatorio Agote, le permita declarar. 

El viajero ya había sido imputado por la fiscal Alejandra Mángano en razón del artículo 205 del Código Penal, que establece prisión de seis meses a dos años a quien "violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes para impedir la introducción o propagación de una epidemia".

Además de las posibles consecuencias penales, los bienes del joven podrían ser inmovilizados ante posibles demandas civiles futuras. Se baraja también la posibilidad de que tenga que hacerse cargo del costo del operativo de traslado y alojamiento del resto de los pasajeros del Buquebús, que cumplen cuarentena en el Hotel Panamericano. 

Imprudencia

El imputado, de 21 años, volvía desde Europa, vía Uruguay, hacia la Argentina. Según el relato de sus familiares, durante el viaje se enteró del resultado positivo del test rápido de coronavirus que le habían efectuado y decidió avisar al capitán del Buquebús. Así, se alertó a las autoridades argentinas y a Prefectura para que activaran el protocolo cuando el buque llegara a Buenos Aires. 

Por ahora, ninguno de los pasajeros del barco presenta síntomas, por lo cual según el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, la mayoría de ellos "seguirá con el aislamiento en sus casas". 

En el Hotel Panamericano, mientras tanto, quedarán sólo 30 personas: las que viajaban sentadas cerca del joven que testeó positivo, los que viven fuera de Buenos Aires y los extranjeros.