Almóndiga, toballa, otubre o friki son algunas de las tantas "palabras" que se usan diariamente. El idioma preso del uso popular, se transforma y muta creando un nuevo lenguaje. Algunos modismos se volvieron tan cotidianas que ni la Real Academia Española pudo resistirse a incluirlas en sus diccionarios.
El órgano lingüístico le dio via libre a las palabras usadas por los más jóvenes.
De esta manera, los coloquialismos adolescentes de los chateos también comienzan a meterse en el lenguaje tradicional, lo que habla de todo un cambio cultural.
Las redes sociales y el lenguaje.
Así que ya no hay que tener vergüenza frente a algunos vocablos mal pronunciados, el organismo más importante de la lengua empieza a darle luz verde a todo aquello que alguna vez te dijeron que estaba mal dicho.
Las nuevas 20 palabras del diccionario:
Palabro: palabra rara o mal dicha.
Almóndiga: hace referencia a la palabra albóndiga.
Asín: es el vulgarismo de así.
Culamen: usada para referirse a la cola o nalgas.
Descambiar: deshacer un cambio.
Toballa: toalla o pieza de felpa.
Abracadabrante: muy sorprendente y desconcertante.
Güisqui: adaptación del anglicismo whisky.
Vagamundo: vagabundo
Friqui o friki: extravagante, raro o excéntrico.
Cederrón: adaptación castellana del término CD-ROM. Significa “disco compacto que utiliza rayos láser para almacenar y leer grandes cantidades de información en formato digital”.
Otubre: válido para nombrar al décimo mes del año.
Papahuevos: papanatas.
Ño: diminutivo de "señor".
Tuit: mensaje digital que se envía a través de Twitter.
Papichulo: hombre que, por su atractivo físico es objeto de deseo.
Espanglish: modalidad del habla de algunos grupos hispanos de los Estados Unidos en la que se mezclan elementos léxicos y gramaticales del español y del inglés.
Conflictuar: provocar un conflicto en algo o en alguien.
Euroescepticismo: hace referencia a la desconfianza hacia los proyectos políticos de la Unión Europea.
Amigovio: persona que mantiene con otra una relación de menor compromiso formal que un noviazgo.
Lo que puede verse al recorrer los nuevos vocablos es que no sólo se vuelven a revalorizar palabras en desuso, sino también la influencia que las redes sociales tienen en este lenguaje que nunca deja de "construirse".