La muerte de una joven brasileña en su departamento de Colegiales, en la Ciudad de Buenos Aires, generó en su familia dudas desde el día uno, aunque los investigadores consideraron siempre que se trató de una muerte natural, ya que Luana Carneiro de Melo tenía un problema cardíaco no detectado.
Sin embargo, sus allegados aseguran que se trató de un femicidio, ya que tras su fallecimiento, desaparecieron cosas de la casa, y entre esos objetos de valor, faltaba el celular de la chica. Lo más raro de todo es que ese teléfono apareció después en manos de un hombre que trabajaba en el edificio para la dueña del departamento que la chica alquilaba.
Luana tenía 25 años y su cuerpo fue encontrado en la cama de su cuarto, dentro de su departamento, en la noche del 30 de marzo del 2018. "Al principio nos informaron que fue muerte natural debido a una enfermedad cardíaca que ella desconocía. No había señal visible de violencia física, lucha o resistencia en su cuerpo. La policía encontró el departamento cerrado y a ella en su cama", explicó a BigBang Laura Melo, hermana de Luana.
Al momento de la muerte, hacía 3 años que la joven vivía en Buenos Aires, y si bien tenía amigos con los que se relacionaba, lo cierto es que nadie de su familia se encontraba en la Ciudad al momento de su fallecimiento. Como muchas otras chicas, Luana había venido a estudiar español, pero pronto comenzó a trabajar y finalmente después de un tiempo consiguió un puesto en la empresa Multinacional Accenture como Analista Financiero. Si bien estaba en el país desde hacía años, tan sólo llevaba una semana mudada en el departamento de Colegiales, ubicado en Superi 1276, donde perdió la vida.
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La familia de la fallecida se enteró de su muerte porque, después de intentar comunicarse con ella sin una respuesta, le pidieron a una amiga suya, Fernanda Soares, que fuera a su departamento a ver si estaba todo bien. "Llamó a la puerta pero nadie respondió. Entonces llamó a la Policía y la encontraron sin vida en su cama", aseguró su hermana.En la autopsia descubrieron que tenía una enfermedad cardíaca y, según el informe, eso le provocó un edema pulmonar. "Del informe se desprende que la muerte se debió a una hemorragia, congestión y edema pulmonar", dijo Laura, y si bien en un principio ellos también creyeron esa versión, lo cierto es que las dudas no tardaron en aparecer.
"A nosotros nos llamó la atención la falta de algunas de sus perteneces, incluso su celular. Cuando nos dimos cuenta, entregamos a la Policía la caja de su celular para que pudieran rastrear el código IMEI. Meses después, la experta forense del caso planteó la hipótesis de que podía haber otra persona involucrada en su muerte, la cual pudo haber resultado de una combinación de factores: asfixia mecánica y fibrosis cardiaca", explicó.
Lo que sucede es que Luana tenía 3 computadoras, y además de su celular, también desapareció la PC de más valor, su bolso y algo de dinero que había en el departamento. "Nosotros fuimos a la Argentina, y ahí nos dijeron que fue algo natural, pero había en su cuello unas marcas, aunque los expertos forenses dijeron que era algo leve, y no le dieron importancia. Lo que pasó es que meses después, con la falta del celular, otra experta forense planteo la hipótesis de que podía haber otra persona involucrada", reveló su hermana.
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De hecho, tres meses después de la muerte de la joven brasileña, su teléfono celular fue activado en Argentina por un ciudadano boliviano llamado Amadeo Condori, quien no estaba en nuestro país al momento de la muerte de Luana. Sin embargo, Iver, su hermano, sí lo estaba porque de hecho trabajaba para la dueña del departamento que alquilaba la chica."El teléfono se activó en 2018 tres meses después de la muerte de Luana, pero nosotros recién nos enteramos en 2020. Todas las sospechas apuntan a Iver, porque además tenía las llaves del departamento de Luana. Él era empleado de la dueña del departamento, y trabaja para ella en la terraza del edificio. Y de hecho, las evidencias demuestran que el celular desapareció entre la muerte de Luana y la llegada de la policía", aclaró su hermana.
La causa la lleva adelante la Fiscalía N°21, a cargo de Carlos Vasser, quien pidió que Iver fuera investigado por homicidio, y no solo por el robo del celular, algo que el juez de la investigación hasta ahora no aceptó por falta de pruebas.
Después de que se descubriera el hurto del teléfono, y de que además había sido activado, Iver fue demorado, y en su indagatoria prefirió no hacer uso de la palabra, y luego quedó en libertad, solo acusado por el robo. Además, tras el fallecimiento de la joven, él mismo se fue a vivir a ese departamento. Por su parte, la propietaria de la vivienda sí declaró, aunque dijo que no sabía nada, lo que también a la familia de Luana le resulta sospechoso.
"Iver estaba todo el tiempo en el edificio, y como Luana vivía ahí, se conocieron. Hasta ahora, el teléfono no se pudo recuperar, porque no saben dónde está, solo que fue activado. Lo más importante ahora es que la Justicia no acepta la acusación contra Iver. Nosotros no queremos que lo condenen si es inocente, pero que responda, porque no queremos que el caso quede en la nada, algo que puede pasar", explicó Laura, hermana de la fallcida..
Hasta ahora la familia de la chica no pudo constituirse como querellante, aunque ya cuentan con un abogado en Argentina, y de hecho ya tuvieron acceso al expediente. "Ahora estamos con todos los esfuerzos para que haya justicia, las autoridades brasileñas y argentinas tienen que presionar para que Iver responda", pidieron por último.