El Gobierno nacional continúa con su plan para transicionar el modelo energético hacia un esquema con subsidios energéticos orientados a que los sectores que menos tienen paguen lo mismo el kilowatt de energía eléctrica y el metro cuadrado de gas natural que quienes más acaudalados son. El oficialismo de La Libertad Avanza (LLA) vendió el cambio como un pase de "subsidios generalizados a focalizados" y durará entre el 1 de junio y el 30 de noviembre.
"Se efectiviza así el inicio del proceso para pasar de un régimen de subsidios generalizados a uno focalizado, en el cual el usuario puede conocer el costo del kwh de energía eléctrica y m3 de gas natural que es idéntico para todos, y la asistencia que le brinda el Estado Nacional a los usuarios según su capacidad de pago y que alcanza hasta un límite de consumo limitado mediante el reconocimiento de un pago menor (bonificación)", explicaron desde la Secretaría de Energía.
La división de usuarios vigente de las tarifas de energía contempla tres niveles de hogares. Los de ingresos altos (N1), ingresos bajos (N2) e ingresos medios (N3), siendo estos dos últimos la mayor cantidad de usuarios de cada servicio. En el área de energía eléctrica, el titular Eduardo Rodríguez Chirillo decidió actualizar el Precio Estacional de la Energía (PEST), para el período mayo-octubre a 57.214 pesos por megawatt hora (MWh).
Esto es para todos los usuarios residenciales. Se trata de un valor que no se actualizaba desde el año pasado y que tiene el fin de calcular una parte del costo final de las tarifas. Mientras que ahora los N1 pagarán un PEST total, los N2 y N3 tendrán una bonificación del 71,9 y 55,9 por ciento respectivamente.
A base de ejemplo de cuánto se deberá pagar en cada hogar, se elaboró una tabla para detectar cuánto pueden estar los aumentos, y es allí donde se percibe la primera trampa. Es que mientras que un N1 pasará de 24.710 a 30.355 pesos, los de ingresos medios irán de de 6.585 a 16.850 y los bajos de 6.295 a 12.545. Esto quiere decir que, si bien los ricos pagarán la totalidad del costo, el aumento para ellos significará del 18,6 por ciento, lo que en términos nominales equivale a 5.645 pesos más.
A la hora de los N3, los medios, el salto nominal es de 10.265 pesos, lo que en porcentaje equivale a un 255 por ciento más de lo que abonaba antes. O sea que mientras que en cash pagará el doble más que un rico, en porcentaje lo hará casi 15 veces más. A la hora de los ingresos bajos (N2) la situación no cambia mucho. Los 6.250 pesos que pagará más equivalen a casi un 100 por ciento más. Más dinero que los más pudientes y mayor porcentaje.
Por otro lado, un usuario puede dejar de considerarse N2 o N3 a partir de los kwh que consume. Mientras que los N1 no tienen topes, los límites de los otros dos tipos de usuarios cambiaron considerablemente. El N3 ahora dejará de serlo si se excede los 250 kwh por mes, mientras que antes lo hacía a partir de los 400. Los menos afortunados tendrán un máximo de consumo subsidiable de 350 kWh/mes. Antes no tenían ningún tipo de tope, pero ahora deben enfrentar esta medida para incentivar "el consumo eficiente y responsable".
También definieron nuevos topes de consumo para los usuarios eléctricos que no cuentan con acceso al servicio de gas natural por redes y gas propano indiluido por redes. Este se fijó en 500 kWh/mes para los N3 y 700 kWh/mes para los N2, sólo para el período del 1 de junio hasta el 31 de agosto de 2024. "Los consumos menores a los topes establecidos se denomina consumo base. Los consumos a los topes establecidos anteriormente se considerarán consumos excedentes y se pagarán a los precios PIST y PEST fijados por la Secretaría de Energía, sin bonificación", explicaron.
A la hora del gas natural, su precio se actualizó el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), el cual será trasladado a las tarifas finales y dejará el costo para el período mayo-octubre en cuatro dólares por millón de BTU. Mientras que los N1 pagarán la totalidad, al igual que con la luz, los N2 tendrán una bonificación del 64 por ciento sobre el precio que pagan los de altos ingresos, mientras que los residenciales N3 tendrán una bonificación del 55 sobre el PIST.
A la hora de los topes de consumo, los N1 no los tendrán, como era hasta el momento, mientras que los bajos N2 pasarán a tener los de los medios N3. La misma lógica que con la luz, se aplicará aquí. Mientras que un N1, con un consumo promedio de 149 metros cúbicos mensuales, pagaba 25.756 pesos, ahora pagará 28.142. Esto implica un aumento porcentual del 9 por ciento y nominal de 2.386.
A la hora de los ingresos bajos identificados como N2, en caso de mantener el consumo promedio de 159 metros cúbicos mensuales, pagará 20.797, mientras que antes lo hacía con 15.638. Esto quiere decir que será un 33 por ciento más porcentual y una cifra nominal 5.159 pesos. Más del doble que quienes más tienen.
A la hora de los sectores medios, se puede decir que fueron los únicos beneficiados en este reparto. Aunque es relativo. Mientras que con un consumo promedio de 171 metros cúbicos al mes pagaban 24.465 pesos, ahora pagarán 26.865. Esto implica un 10 por ciento más y en términos nominales 2.400. Sí, unos mangos más que los N1.
Por otro lado, desde Energía aclararon que "se mantienen los regímenes de subsidios específicos como Tarifa Social y Zona Fría" y que "para las entidades de Bien Público, Clubes de Barrio y de Pueblo, y otras categorías de usuarios sin fines de lucro asimilables, en los términos de las Leyes No 27.218 y 27.098, se aplican las bonificaciones al precio de gas natural y energía eléctrica para N2 para el total del volumen consumido". Además informaron que los usuarios que ya hubieren solicitado su inclusión en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) no tendrán que volver a inscribirse.
"En época de escasez y de ajuste de los recursos del Estado es necesario rever y reordenar los subsidios para contribuir al equilibrio fiscal sin descuidar la ayuda a los usuarios vulnerables", concluyeron desde la Secretaría. Luego de un 55,5 de pobreza y un 17,5 por ciento de indigencia otorgado por la Universidad Católica Argentina (UCA), a esas palabras se las lleva el viento.