A través del libro Sangre y Petróleo, los periodistas del Wall Street Journal Bradley Hope y Justin Scheck retratan la carrera al poder de Mohamed bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudita.
A través de entrevistas, revisón de documentos confidenciales y otras fuentes, la investigación retrata la evolución del príncipe desde adolescente tímido y con sobrepeso al hombre hambriento de poder en el que se convirtió cuando su padre, Salman bin Abdulaziz, se convirtió en rey.
Combatiendo abiertamente a otros rivales políticos, terminó convirtiéndose en el jefe de Aramco, la principal petrolera del país y a pesar de no ser el primogénito, fue nombrado heredero.
La de Mohamed se revela como una personalidad compleja, a la vez abierta a la innovación y la modernización de su país, pero también con grandes rasgos autoritarios.
Así, abrió a Arabia a inversiones extranjeras, convocó a consultores norteamericanos para mejorar las fianzas del país y se volvió una presencia buscada por dirigentes y famosos de todo el mundo.
Pero al mismo tiempo, también fue cruel y violento: ordenando el secuestro del ex primer ministro libanés Saad Hariri y bloqueando el comercio de Qatar al percibir que ambos países estaban siendo "blandos" con su principal enemigo, Irán.
Reclaman que el príncipe declare por el descuartizamiento del periodista
También persiguió, encarceló y asesinó disidentes, siendo el periodista Jamal Khashoggi el más notorio. Fuerte crítico de Mohamed, fue asesinado y descuartizado luego de ingresar al consulado árabe en Estambul para un trámite.
Lujos y excesos
Hope y Sheck también repasan episodios bizarros de la vida del príncipe como la fiesta de su cumpleaños número 30 el 31 de agosto de 2015 para el cual alquiló completo el resort de lujo Velaa Private Island, ubicado en Las Maldivas, durante nada más y nada menos que un mes.
Los 300 empleados del resort recibieron de parte de Mohamed un bono de 5000 dólares, para que mantuvieran total discreción y evitaran usar sus celulares.
Según relata el libro, alrededor de 150 mujeres brasileñas y rusas fueron llevadas en avión al lugar y sometidas a tests para detectar enfermedades de transmisión sexual en la clínica del exclusivo complejo.
El rapero cubano Pitbull, el DJ holandés Afrojack y el artista pop coreano Psy, autor del hit Gangnam Style, fueron algunos de los artistas que musicalizaron la celebración.
Sin embargo, el plan quedó incompleto ya que los medios de comunicación se enteraron y difundieron los excesos del príncipe, que se vio obligado a cortar los festejos luego de una semana.