23 Enero de 2020 08:40
A días del crimen de Fernando Báez Sosa, cometido por un grupo de rugbiers a la salida de un boliche de Villa Gesell, en las últimas horas se viralizó una emotiva carta titulada “Sí, fuimos nosotros”, escrita por Tomás Hodgers, jugador de un club de rugby de la ciudad de Rosario y estudiante de abogacía. Con 23 años, aseguró que se sienten “moral y físicamente superiores” al resto.
El joven publicó el texto donde realiza una profunda autocrítica sobre los valores del deporte y hace una durísima enumeración de hechos de violencia muy recientes donde estuvieron involucrados jugadores de rugby. “Fuimos nosotros, los que habitamos el diminuto mundo del rugby, los que formamos a diez desquiciados que mataron con saña y odio a un pendejo indefenso. Lamentablemente también eran nuestros los acusados de violar entre cinco personas a una chica en La Plata, y los que golpearon salvajemente a un linyera en Olivos porque estaban aburridos”, escribió Hodgers.
Leé más | Quiénes son los dos rugbiers imputados por el asesinato de Fernando
El texto se viralizó rápidamente y provocó una gran conmoción a días del crimen de Fernando Báez Sosa, asesinado por un grupo de diez rugbiers, dos de ellos, Máximo Thomsen y Cirto Pertossi, ya acusados formalmente por la fiscal como “coautores” del homicidio del joven de 18 años a la salida del boliche Le Brique de Villa Gesell. En el texto, cuestiona a los rugbiers que se indignaron en los últimos días por las críticas recibidas y rechazó el argumento de que la violencia "viene de casa". "Creemos que nos estigmatizan e intentamos mostrarle a la sociedad que está equivocada. Argumentamos que nuestros valores son superlativos".LA CARTA COMPLETA DE TOMÁS HODGERS, JUGADOR DEL CLUB ATLÉTICO DEL ROSARIO
Sí, fuimos nosotros.Nadie se animó a decir que fuimos nosotros. Nosotros, los que vivimos en el hermético mundo del rugby, nos convencemos de que no tenemos nada que ver con diez u once loquitos que le pegan en el piso a un pobre pibe hasta matarlo. Nos desentendemos. “Eso viene de casa”, decimos para sentirnos mejor.
Nos indignamos porque creemos que nos estigmatizan, que nos ponen a todos en una misma bolsa e intentamos impetuosamente mostrarle a la sociedad qué tan equivocada está con ese prejuicio. Argumentamos que nuestros valores son superlativos y que no existe deporte más digno y honorable que el nuestro. Decimos que es un deporte de bestias jugado por caballeros y se nos infla el pecho.
Leé más | El emotivo video con el que los amigos recordaron y despidieron a Fernando
Nadie se hizo cargo, pero sí, fuimos nosotros los que formamos a diez desquiciados".Nos llenamos la boca hablando de Nelson Mandela y del respeto al árbitro, del tercer tiempo y de la camaradería. De la buena fe dentro de una cancha y del respeto a la autoridad. Nos creemos el ejemplo y nos creemos moral y físicamente superiores al resto. Es por este narcisismo colectivo, por este convencimiento ficticio que tenemos de nosotros mismos que nadie, ni una sola persona en el ambiente rugby se animó a decir que fuimos nosotros.
Nadie se hizo cargo ni pidió perdón. Pero sí, fuimos nosotros, los que habitamos el diminuto mundo del rugby, los que formamos a diez desquiciados que mataron con saña y odio a un pendejo indefenso. Lamentablemente también eran nuestros los acusados de violar entre cinco personas a una chica en La Plata, y los que golpearon salvajemente a un linyera en Olivos porque estaban aburridos.
También eran colegas los que abusaron de una chica en Miramar, los que le desfiguraron la cara a un pibito en Quilmes por chocar un auto y los tucumanos que casi matan a un empleado de un boliche en Pinamar. Es jugador de rugby, también, el rosarino al que filmaron golpeando salvajemente a su novia y que hoy camina como si nada hubiese pasado. Digámoslo, fuimos nosotros.
Leé más | "Quiero volver a la normalidad": Pablo Ventura rompió el silencio tras la falsa acusación por el crimen de Gesell
Tengamos los mismos huevos que en una cancha para mirar a la cara a ese padre destruido".Diciendo que fuimos nosotros vamos a poder mirar a los ojos a todas esas víctimas y pedirles perdón sin vergüenza. Vamos a poder decirles que somos responsables, pero que vamos a hacer todo lo posible para cambiar todo lo mal que se está haciendo. Como jugador de rugby les pido a todos los que formamos parte de este ecosistema que seamos los primeros que denunciamos y repudiamos estas cosas, y no los principales encubridores de un amigo o conocido del club.
Tengamos los mismos huevos que tenemos en una cancha para mirar a la cara a ese padre, destruido por la muerte de su hijo por diez cobardes, y hacernos cargo. Digámoslo, fuimos nosotros, e intentemos cambiar.