29 Noviembre de 2022 14:11
La reina Isabel II murió de cáncer. Que murió de vejez a sus 96 años habría sido una mentira. Esto lo revela el confidente del fallecido príncipe Felipe que salió a la venta con una biografía que escribió sobre la monarca de Gran Bretaña que falleció en septiembre de este año.
Resulta que un mieloma, cáncer de médula ósea, en el último año de su vida habría sido el causante del deceso de la reina. "Había escuchado que Su Majestad tenía mieloma. Esto explicaría su cansancio y pérdida de peso y esos 'problemas de movilidad' de los que con frecuencia nos hablaron durante el último año de su vida", escribió Gyles Brandreth en las páginas de su libro Elizabeth: An Intimate Portrait.
Esta teoría que plantea sobre la salud de la monarca que más años estuvo en funciones sería una revelación. Es más, daría un giro respecto al certificado de defunción que se compartió al público que expresaba que su fallecimiento fue producto de la vejez.
El triste destino de los perros de la Reina Isabel tras su fallecimiento
El hombre que conoció a la reina Isabel en 1968 y fue íntimo amigo del Duque de Edimburgo utilizó esta publicación para exponer cuidadosamente lo doloroso de los últimos años de la persona a la que acompañó durante 50 años. "El síntoma más común del mieloma es el dolor óseo, especialmente en la pelvis y la parte baja de la espalda, y el mieloma múltiple es una enfermedad que suele afectar a los ancianos", cuenta Brandreth en su libro biográfico que tiene fecha de publicación del 29 de noviembre.
A casi tres meses de su muerte, esta obra literaria explica porqué el palacio británico informó que la monarca sufría de "problemas de movilidad" durante el último año de su vida, su fragilidad creció y porqué se la obligó a no participar en varios compromisos públicos.
"Hola, soy Liz y estoy lejos del trono": el desopilante contestador del celular de la Reina
Además, la publicación cita de ejemplo las fotografías en la que se la ve con un hematoma en la mano en la que afirma que esto podría ser por una cánula intravenosa. "¿Le dieron esteroides a la reina para ayudarla a pasar ese importante último día de servicio hace dos semanas? ¿Ese moretón en el dorso de la mano que vimos en las fotografías de ella con Liz Truss era la marca dejada por una cánula intravenosa? ¿O fue simplemente el tipo de hematoma accidental que viene con la vejez? Todo lo que sé es que la 'causa de la muerte' en su certificado de defunción se dará simplemente como 'vejez', tal como lo fue para el Duque de Edimburgo el año pasado", dijo Brandreth.
El confidente dice "no existe una cura conocida" para este mieloma pero tiene un tratamiento que incluye medicamentos para ayudar a regular el sistema inmunitario y medicamentos que ayudan a prevenir el debilitamiento de los huesos, puede reducir la gravedad de los síntomas y prolongar la supervivencia del paciente en meses o dos o tres años. Brandreth fue contundente: "Siempre supo que el tiempo que le quedaba era limitado".
