Un perro fue dejado apuñalado en la vía pública en la localidad cordobesa de Las Albahacas, tan sólo unos días después de la muerte de Chocolate, el cachorro que se hizo tristemente conocido por ser despellejado vivo.
Tato era un perro del barrio al que todos querían.
Los vecinos encontraron al perro y le dieron rápida atención, pero sus heridas eran tan graves que finalmente murió, luego de un día de agonía.
El perrito era conocido como "Tato" por los vecinos de Las Albahacas, una localidad situada a 283 kilómetros al sudoeste de la ciudad de Córdoba. Tato había desaparecido de las calles que solía recorrer, al igual que tantos otros perros. Días después fue encontrado "casi cortado por la mitad", según indicaron algunos pobladores a los diarios locales.
Un lugareño indicó que al encontrarlo "vieron que el perrito estaba casi cortado por la mitad", y a pesar de los esfuerzos que se hicieron para salvarlo "no duró ni un día".
Los esfuerzos de los vecinos por salvar a Tato fueron en vano.
Una enfermera que llegó a atenderlo dijo al respecto de sus heridas que debían de ser de "un cuchillo muy filoso" y que el que lo hizo sabía lo que hacía, y lo dejó así, con un hilito de vida para que el perrito sufriera".
"Fue un hecho aberrante y sarcástico, hecho por una mente muy enferma y maquiavélica" y añadió "la persona que lo hizo está ahí todavía".
Tato fue cortado con un cuchillo muy filoso.
Al querer hacer la denuncia, fue la policía misma la que los persuadió de no hacer nada. "La policía insinuó que ni siquiera hiciéramos la exposición porque iba a quedar todo en la nada", relató un vecino.
Días atrás, también en Córdoba, un perro sufrió la violencia de un hombre de 67 años, que cansado de que le comiera los pollos" lo colgó de un árbol hasta matarlo. El hecho ocurrió en la localidad de San Vicente, a 10 kilómetros del límite con la provincia de San Luis.