15 Julio de 2021 18:05
Un estudio de The Lancet, publicado este jueves, detalló en profundidad el "síndrome post-Covid", detectando 203 síntomas posteriores a la infección que pueden perdurar hasta siete meses después del alta.
La investigación fue llevada adelante por el University College de Londres, que estudió a 3.762 personas en 56 países buscando manifestaciones que afectaran a órganos más allá del sistema respiratorio, propias del cuadro inflamatorio sistémico que provoca el SARS-CoV-2 en el organismo.
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Los síntomas variaron en su prevalencia a lo largo del tiempo y se identificaron tres grupos, cada uno con un perfil temporal característico. La fatiga, el malestar post-esfuerzo y la disfunción cognitiva fueron las secuelas más comunes.
Otros síntomas fueron alucinaciones visuales, picazón en la piel, cambios en el ciclo menstrual, disfunción sexual, problemas de control de la vejiga, diarrea, palpitaciones cardíacas y tinnitus.
El 91,8% de los encuestados reportó la continuidad de estas afecciones después de siete meses y el 96%, después de tres meses. En promedio, los encuestados sufrieron 56 síntomas diferentes en nueve sistemas de órganos. La gran mayoría (89,1%) sufrió recaídas usualmente provocadas por la actividad física y mental, o el estrés.
"Es probable que haya decenas de miles de pacientes sufriendo en silencio durante muchos tiempo, sin estar seguros de que sus síntomas estén relacionados con el coronavirus", señaló al respecto Athena Akrami, neurocientífica de la University College London y autora principal del estudio.
"Después de seis meses, la mayoría de los síntomas restantes son sistémicos, como regulación de la temperatura, fatiga, malestar después del esfuerzo, y neurológicos, que afectan el cerebro, la médula espinal y los nervios", agregó.
Los científicos a cargo de la investigación precisaron que "los pacientes con Covid prolongado informaron una afectación prolongada de múltiples sistemas y una discapacidad significativa”, y remarcaron que a los siete meses muchos pacientes aún no se habían recuperado (principalmente de síntomas sistémicos y neurológicos / cognitivos), no habían regresado a los niveles anteriores de trabajo y continuaban experimentando una carga significativa de síntomas.
Así, aproximadamente el 22% de las personas que participaron en la encuesta informaron que no podían trabajar a causa de las secuelas, mientras que el 45% requirió un horario laboral reducido.